Adolfo Hernández Lafuente (Ceuta, 1946) viene esta tarde a la Biblioteca Pública del Estado ‘Adolfo Suárez’, a las 19.30 horas, para presentar su nuevo libro ‘A través del Estrecho’, un recorrido por la historia de esta zona, la cual ha sido partícipe y protagonista de muchos hitos. Pero, horas antes, conversa con El Faro al respecto.
–¿Qué intencionalidad tuvo a la hora de escribir ‘A través del Estrecho’?
–Este es un libro que pretende realizar un estudio, una especie de valoración de lo que es el Estrecho de Gibraltar, uno de los lugares más complejos y singulares del mundo.
–¿Qué se encontrará el lector?
–Advierto de que este es un libro difícil porque es heterogéneo en la medida de que por un lado el lector se encontrará un periplo a través de la historia del Estrecho. Por otro, una parte histórica de lo que fue y ha sido, además de algunos de sus hitos más relevantes. También he querido resaltar otros conceptos a nivel social, étnico y humano.
–¿Qué ha significado el Estrecho a lo largo de la historia?
–Mucho. Aquí se han producido muchas cosas, como que esta zona fue protagonista del Descubrimiento de América o fue parte de la Vía Portuguesa.
–Más de 500 páginas a sus hombros, ¿cuánto tiempo le ha llevado su elaboración?
–Durante los dos años de pandemia he tenido tiempo para escribirlo. Hay biografía consultada y también podría decir que es una especie de viaje personal. Esta es una mirada de lo que he aprendido a lo largo del tiempo.
–¿Y qué ha aprendido en estos años?
–Lo importante es que aquí la confluencia humana es muy compleja, diversificada. Y esto sirve a modo de enseñanza para mostrar que el mundo no es simple, sino que se transforma en múltiples de sus variedades.
–¿A qué se refiere con esto?
–Aquí se dieron situaciones prehistóricas muy importantes. Luego le ha seguido el Imperio Romano, Bizantino, los Visigodos o el Califato. Después continuaron las invasiones árabes, el Renacimiento y las guerras que le sucedieron. Sin duda, el Estrecho de Gibraltar ha sido un lugar relevante.
–¿Qué significa esta zona para Ceuta?
–Creo que resalto su importancia. En cuanto el lector empiece a leer la primera página, podrá comprobar que se empieza aquí y se termina en el mismo sitio.
–¿Qué significa esto?
–Lo que reflejo con ello es la peculiaridad de esta ciudad dentro del Estrecho y la importancia que tiene su conjunto arquitectónico e histórico.
–¿Puede destacar alguno de los vestigios?
–El conjunto de las Murallas Reales. Ahí está todo metido, desde el Reino Bizantino a la muralla preislámica o renacentista. Están todas las épocas superpuestas una detrás de otra.
–¿Resaltaría otro más?
–Aquí se encuentra el conjunto fenicio o los restos preislámicos. La Humanidad ha pasado por aquí y muestra de ello es todo lo que encontramos. No solo estuvieron en Oriente Medio, sino que igualmente aquí.
–¿Por qué Ceuta es tan particular?
–Hay un caso en este libro donde explico que esta ciudad era muy importante debido a que era la terminal de todo el comercio que se producía en Europa y lo que venía de Oriente. Todo ello llegaba a través de los conductos provenientes de Asia y África. Ceuta era un mercado excepcional. Y cuando los portugueses vinieron, comprobaron la riqueza que aguardaba.
–Por lo que comenta, la ciudad autónoma ha sido clave en determinados momentos de la historia.
–Sin duda. Y no solo esta ciudad, sino toda la configuración geoestratégica que la rodea. Durante el periodo del Califato, el Estrecho de Gibraltar fue fundamental para diferenciar lo que era el Califato de Occidente y de Oriente.
–Hablamos de la cultura musulmana, pero en la actualidad aquí también está la hindú y la hebrea.
–Esto demuestra que esta ciudad es un cruce de culturas. Esa complejidad para nosotros es una riqueza porque en otros sitios no sucedería y aquí convivimos con ellas. Somos consciente de que este mundo es diverso.
–¿El Estrecho es un marcador del tiempo?
–No de manera permanente. Es decir, hay momentos en la historia en los que este espacio tuvo su relevancia. En otros, se pacificó. Por ejemplo, lo que conocemos en la actualidad se mantiene desde hace 300 años.
–Retomando la actualidad, ¿cómo percibe las nuevas relaciones entre España y Marruecos?
–Estamos en una situación compleja, inestable y hay que esperar a ver qué se produce. Un hecho tan complicado no se resuelve con una carta. Algo así requiere de muchos planteamientos, negociaciones y garantías. Esto no debe ser pan para hoy y hambre para mañana. Aquí se exige un calado de profundidad en los tratados que más adelante se acuerden, donde las partes se responsabilicen de garantizar su mutua existencia.