Cómo director de Cáritas Diocesana de Ceuta me dirijo a todos los Ceutíes para agradecer todas las muestras de cariño tan necesarias que nos hacen en los tiempos tan difíciles que estamos viviendo.
Acabamos de celebrar , todos los cristianos, nuestra Semana Santa que culmina con la alegría de la Resurrección de Jesús ; una Semana Santa especial, vivida más desde el interior y aferrados a nuestro Señor Jesús, acompañándolo en el dolor uniéndonos al sufrimiento de tantas personas que lo están pasando tan mal por esta Pandemia.
Es una necesidad en estos momentos, tan terribles, mirar alrededor y ver cuánto dolor hay en muchos hogares, dónde se está perdiendo a seres queridos sin tan ni siquiera poder darle un beso de despedida; tantas familias que se ven agobiadas por no tener a dónde acudir al dejar de ganar lo poco de cada día para subsistir y sobre todo el miedo a contagiarse, a contagiar y a no saber qué sucederá con su vida al experimentar que lo están perdiendo todo.
Ante esta realidad, en Cáritas Diocesana de Ceuta, nos planteábamos qué hacer para poder afrontar esta crisis y he ahí que, en ese momento de incertidumbre, la bondad humana empieza a florecer y, como en el Calvario dónde todo parecía haber terminado, comienza a nacer la Esperanza de la Resurrección, poco a poco nos ha ido llegando algunas ayudas para que podamos seguir atendiendo a los más necesitados.
Necesitamos mucha ayuda, mucha más, porque lo que se nos viene encima es, desgraciadamente, muy grande, algo que quizás, ni en nuestras peores pesadillas podríamos imaginar, pero el Señor Jesús, Resucitado, camina con nosotros y nos dice “No tengáis miedo” y así lo hacemos, no tenemos miedo y damos mil gracias a todos los que nos están ayudando haciendo realidad los milagros que hace Dios a través de la generosidad y solidaridad de muchas personas.
Quiero dar las gracias a todas las entidades, empresas, asociaciones y particulares, por sus aportaciones económicas y por sus ayudas en especie, Dios mismo será su gran recompensa.
Gracias también a nuestros trabajadores que, incansablemente, están dejando lo mejor de sí mismos para que todo esté en lugar y momento adecuado, que no haya ningún peligro a la hora de entregar los alimentos, para que se haga con todas las medidas de seguridad y porque en ese trabajo ponen el corazón en hacerlo con esmero y cariño, ahora más que nunca.
Gracias a todos los voluntarios y voluntarias que, superando los primeros momentos de confusión ante este virus desconocido, han sabido ser las manos de Jesucristo, abriéndolas sin pensar en ellos mismos, para que así los más necesitados no se quedaran desamparados en éstos momentos tan duros; ellos son el motor, impulsado por el Espíritu Santo, para realizar esta gran misión
Gracias a todas esas llamadas telefónicas que nos alientan a seguir adelante dándonos muestras de afecto, engrandeciendo, aún más, la naturaleza humana.
En fin, muchas GRACIAS a todos los que de una forma u otra nos ayudan, medios de comunicación, Policía Local y Nacional, Ejército, asociaciones, particulares etc.
Seguimos trabajando y seguiremos ayudando porque dónde se da una necesidad, allí está Cáritas para responder a ella con toda su capacidad.
La pobreza crea necesidades y las necesidades abren a los hermanos unos a otros, esa es la Grandeza de la Fraternidad Evangélica.
PD. Donativos a Cáritas Diocesana de Ceuta CC. ES59 2038 9881 5760 0071 4544