La delegación del Gobierno de Ceuta desplazada este martes a Madrid salió del número 5 del paseo de la Castellana, donde tiene su sede el Ministerio del Interior, convencida de que su titular, Fernando Grande-Marlaska, y su ‘número 2’, Rafael Pérez,
“comparten” su diagnóstico sobre lo “preocupantes” que resultan para la ciudad los datos de la
crisis migratoria que ha sufrido con especial intensidad durante la primera mitad de febrero.
Durante las dos primeras semanas de este mes el Servicio de Protección a la Infancia de la Ciudad se ha hecho cargo de 112
menores extranjeros no acompañados, la inmensa mayoría de nacionalidad marroquí, y han aumentado también las entradas irregulares de adultos ciudadanos del
Reino alauita.
En un encuentro “sincero, cordial y clarificador”, según lo describieron a su término fuentes del
Ejecutivo de Vivas, Grande-Marlaska trasladó al presidente de la Ciudad y a su consejero de Presidencia, competente en materia de Menores, las gestiones realizadas con las autoridades marroquíes para “maximizar” la cooperación entre los dos países a la hora de controlar los
flujos irregulares de inmigrantes.
La interrupción de la aceptación de las devoluciones inmediatas en frontera de nacionales marroquíes adultos ha llevado al Gobierno central, que gestiona el
CETI a través del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha permitido evitar un aumento descontrolado del número de indocumentados en la calle.
Las instalaciones de El Jaral siguen teniendo unas 200 plazas libres
Según las fuentes consultadas por este periódico en las instalaciones de El Jaral hay actualmente unos 320 acogidos, con lo que todavía tiene un 40% de sus plazas libres, y se está permitiendo la entrada de los marroquíes solicitantes de protección internacional, trámite que actualmente cumplimentan la mayoría de los foráneos que acceden a Ceuta de manera irregular.
A partir de ahí, una vez que la administración agota su plazo de silencio positivo de admisión a trámite esas personas tienen derecho a moverse libremente por todo el territorio español, con lo que tampoco se estancan en la ciudad.
Algo más complicada es la situación en el
Centro de Realojo Temporal de La Esperanza, que con más de 200 menores atendidos está un 60% por encima de su capacidad. La Ciudad prevé acelerar la posibilidad de disponer de las 100 plazas adjudicadas a la asociación Engloba y no descarta contratar más medios externos para garantizar “la mejor atención individualizada posible” a los niños, la mayoría con entre 16 y, sobre todo, 17 años de edad.
En cualquier caso, el Ejecutivo de Vivas desea que el mecanismo de derivación de emergencia pactado en 2022 para atender contingencias migratorias como la declarada a principios de febrero opere con más “agilidad”, como pidió el Pleno la semana pasada al Estado y al conjunto de las Comunidades Autónomas.
El año pasado la Ciudad solamente pudo pactar el
traslado a Andalucía de 36 niños y ahora se ha solicitado la salida de 78 al Ministerio de Infancia y Juventud.
“Ceuta está superando con mucho la cuota de acogida que nos correspondería en términos de población o territorio y es gratificante la receptividad y la coincidencia en el diagnóstico y la estrategia que ha manifestado el Ministerio del Interior”, se congratulan en el Gobierno local del PP.