El nuevo comandante general de Ceuta, Luis Cebrián, juró ayer su cargo con la responsabilidad que conlleva ser la primera autoridad castrense en una ciudad como Ceuta, con tanta tradición militar y respeto a las Fuerzas Armadas. La importancia histórica de la plaza de Ceuta no pasa desapercibida para Cebrián, que enalteció a sus antecesores y la defensa que hicieron de esta Comandancia y, por consiguiente, de la ciudad.
Nada más llegar a Ceuta, Cebrián confiesa haber percibido ese afecto y cariño que los ceutíes tienen a su Ejército, una de las señas de identidad de nuestra ciudad que siempre llena de orgullo a todos los militares que pasan por aquí.
Este apoyo es un refuerzo para seguir trabajando en mejorar día a día, un “soporte moral” al quehacer diario, pero también implica un compromiso adquirido de “no fallar” a los ceutíes.
Cebrián llega con esa idea, además de pensar en la Comandancia de Ceuta y las unidades que la componen como un equipo, un grupo unido que él está dispuesto a liderar con orgullo.
De su antecesor, Javier Sancho Sifre, sólo ha dicho palabras de reconocimiento, valorando los elevados niveles de prestigio alcanzados en Ceuta, lo que le supone un reto para seguir avanzando y mejorando en todos los niveles. Una ardua tarea que tiene ahora por delante.
Cebrián se ha dirigido a sus soldados como uno de los suyos, uno más que sabe lo que es el esfuerzo para conseguir las cosas, que ha trabajado duro y ha tenido que demostrar su valía para alcanzar una plaza tan valiosa y elogiada como la Comandancia General de Ceuta.