Marruecos acometerá más obras en el entorno del perímetro próximo al Biutz
La línea terrestre que separa Ceuta de Marruecos se está convirtiendo en un muro infranqueable que lleva a que los inmigrantes apuesten por la vía marítima, mucho más peligrosa, para escapar del vecino país.
A la construcción de nuevas zanjas que se preparan en los terrenos próximos al Biutz, que se sumarán a las que ya se realizaron en toda la zona opuesta a Sidi Ibrahim y Berrocal, se añade el auténtico blindaje efectuado en el espigón de Benzú.
La obra de refuerzo se ha materializado en la construcción de una doble valla donde antes solo había una y en la colocación de mayor cantidad de alambradas.
El cierre por la vía terrestre está impulsando las marchas por mar
Dichas labores, como ya informó este periódico, se enmarcan en la necesidad de reforzar el espigón, mermado por el paso del tiempo y la agresión ambiental del lugar, lo que hacía temer su hundimiento.
En Beliones, Marruecos ha hecho lo propio con el cierre de la llegada a su playa, siendo imposible aproximarse a la carrera debido no solo al cierre de las infraestructuras sino, también, a la mayor presencia de agentes marroquíes.
Los cierres por la vía terrestre están impulsando a los inmigrantes a la única salida por mar, mucho más peligrosa ya no solo por las condiciones del Estrecho sino por el hacinamiento de las embarcaciones que emplean para su marcha.
En las últimas semanas han aumentado los controles en los montes próximos a la frontera, que tienen por objetivo alejar de la misma a los grupos de subsaharianos asentados en la zona, que en un elevado porcentaje son menores de edad.