De la Plaza Nicaragua se ha hablado mucho y escrito más. La obra terminó convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza para una ciudad que vio cómo se enquistaba el proyecto y para unos vecinos convertidos en víctimas de la situación.
Las promesas nunca se cumplieron, luego llegaron las trabas burocráticas, los pleitos con los propietarios, las consecuencias de la mala gestión política… Años y años de bloqueo que terminaron por afear este entorno.
Ahora parece que se ve la luz al final del túnel. Parece. Las obras ofrecen una imagen completamente distinta, más próxima a la finalización de unas labores que parecían no tener su broche de oro.
A final de mes debería estar completada la actuación para el disfrute de unos vecinos que han tenido que soportar demasiado en un camino repleto de escollos.
Proyectos, cambios, obras, retoques, paralizaciones, problemas… todo esto debería ser historia para que en cuestión de semanas la mediática plaza luzca como los residentes del entorno lo merecen.
En este programa estrella se contempla la mejora del pavimento, acerado, calzada, disposición de jardines, parques e infraestructuras adaptadas a lo que siempre se esperaba.
El esqueleto de la obra, la base de este centro neurálgico se aprecia a la perfección, iniciándose un camino en el que se cuentan las horas para que por fin todo sea una realidad.