Belén Palomino Gómez, portera de Segunda División de fútbol sala femenino en el Club Deportivo IES Luis Camoens, cuenta cómo un equipo sigue estando unido. Todas se esfuerzan por mantener el estado físico durante estos días de confinamiento.
Pertenecen a la segunda categoría nacional y para todas las jugadoras ha sido especialmente difícil este confinamiento porque el equipo llevaba un ritmo muy alto de entrenamiento físico. La disciplina y la unión en un equipo es esencial para que esa sintonía se note sobre el terreno de juego.
La guardameta caballa confiesa que cuando el virus comenzó a escucharse en todos los telediarios y la gente por la calle solo hablaba de eso, el club tomó medidas de prevención por sus jugadoras: “La semana de antes de que se decretara el Estado de alarma comenzamos a entrenar a puerta cerrada. Solo podíamos entrar los miembros del equipo y reducimos los entrenamientos de tres a dos días a la semana”, cuenta la portera.
También relata la incertidumbre que se vivió respecto a la liga: “Se dijo que se jugarían los partidos a puerta cerrada, pero a los días nos comunicaron que se suspendía temporalmente la competición”. Y así siguen, sin saber cuándo volverán a entrenar y a jugar partidos.
En nombre del equipo, Palomino asegura que “no creíamos esta situación”. Nunca pensaron en vivirla y, a pesar de esto, no han dejado de entrenar. Eso sí, cada una en su casa.
Guillermo, el preparador físico del IES Camoens, “nos manda ejercicios para toda la semana, y cada siete días los cambiaremos”, cuenta la gardameta, para mantener la capacidad física que han ganado durante estos meses de temporada. Además, dice despreocupada no estar “demasiado mal” en la cuarentena, pero “sí que echo de menos el deporte, y cada día más”. Porque “no es lo mismo hacer ejercicios en casa que con el balón. El estar con mis compañeras sí que lo echo mucho en falta”.
Ella está en contacto permanente con todos los miembros del equipo, su entrenador y equipo técnico, y asegura que “todos están bien y cumpliendo las órdenes de la autoridad”. Y, “con mis compañeras hablo todos los días, porque ante todo somos amigas”.
Además de futbolista, Palomino también estudia y compatibiliza la formación con el deporte. Por la mañana “intento hacerla amena. No me levanto tan pronto como habitualmente, –cuenta entre risas– pero hago ejercicios. Después me ducho y me pongo a estudiar. Luego como con mi familia y estudio otro ratito. Cuando termino, juego con mis padres, hacemos los retos de Instagram y salimos a aplaudir al balcón”, concluye.