Esta misma semana, la agenda pública se centraba en debatir qué medidas tomar para prevenir la obesidad en nuestra ciudad. Unos hablaban de subir el IPSI a los productos que promueven esta enfermedad, como las bebidas azucaradas o las grasas saturadas , mientras que otros se centraban en campañas de concienciación y sensibilización. No es para menos que este problema preocupe a los actores políticos y a la sociedad en general, ya que la obesidad ha catalogado como la epidemia del siglo XXI.
Muchos dirán que unos kilos de más no es malo y que es sinónimo de salud, pero la obesidad deriva en una enfermedad mucho peor que también se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para la Organización Mundial de la Salud: la diabetes.
En Ceuta, el 8% de la población sufre diabetes, una cifra muy elevada. Todas las acciones que se toman para contrarrestar esta enfermedad crónica se basan en la prevención, en la educación para adoptar buenos hábitos, esquivando así la obesidad.
Algunas diabetes son de tipo genético, pero otras son el resultado de una mala alimentación y de la vida sedentaria, ambas características demasiado presentes en nuestro día a día.
El cambio de hábitos, el estrés, la falta de ejercicio... todo suma para convertirse en parte de ese porcentaje por lo que hay que pensar en una vida saludable para no estar enfermo de por vida.