Vanessa Pérez, vecina de Poblado de Sanidad, denunció ayer de forma pública que en las últimas dos semanas han sido envenenados doce gatos, los cuales murieron a causa de su ingesta. “Estos felinos están cayendo por días”, añadió.
“En esta barriada hay niños pequeños y no sabemos dónde ponen el veneno, tememos que se lleven a la boca cualquier cosa que pueda tener tener impregnada esta sustancia”, lamentó esta residente, quien ayer tenía previsto llevar a la Protectora de Animales a otro gato intoxicado.
La vecina agradeció el trabajo que esta entidad, cuyas instalaciones están localizadas en la barriada Postigo, desarrolla en relación a la colonia de gatos callejeros y la asistencia veterinaria que les presta ante casos de envenenamiento.
Pérez contabilizó una docena de felinos: cinco cachorros a los que alimentaban varios vecinos; Pesado, cuyo caso fue publicado la semana pasada en este periódico; tres más en calle Pozo y el mismo número entre Poblado de Sanidad y Valiño.
En las últimas semanas se han detectado muertes de gatos mediante la misma práctica en otros puntos de la ciudad.