Las entradas de sirios se siguen produciendo por goteo en el CETI. Así, en estos días se ha registrado al menos la llegada de siete adultos y menores que han llegado a Ceuta haciendo uso de documentación falsa. Eso es lo que se supone, porque en varios de los casos han sido los propios sirios los que una vez que han llegado a la ciudad se han personado voluntariamente en la Jefatura Superior.
Según fuentes policiales consultadas por El Faro, se ha producido la llegada de varios niños y adultos que o bien tienen relación familiar con ellos o no. Así, tal y como sucedió hace un par de semanas, se registró la entrada de una niña siria sola, sin sus padres. Poco después se produciría la entrada de un adulto que manifestó ser su padre biológico, extremo éste que tendrá que confirmarse a través de las pruebas de ADN.
Posteriormente se produjo la entrada de una unidad familiar compuesta por matrimonio y un niño pequeño, para seguirle los casos de más adultos. Todos se encuentran ya en el CETI, integrando un colectivo que ya supera los 70 y que aumenta de forma gradual con incorporaciones casi cada semana.
También se ha sabido que en las últimas semanas Marruecos ha llevado a cabo controles en el paso fronterizo, interceptando a varias familias de sirios que pretendían, con documentación falsa, entrar por el Tarajal. La colaboración marroquí impidió su entrada por la frontera.
El colectivo sirio cumple con un perfil distinto al del resto de inmigrantes que hay en el CETI. Les diferencia su alto poder adquisitivo, lo que les permite el poder dormir en pensiones fuera del Centro de Estancia Temporal o en el propio Castillejos, además de comprar pasaportes falsificados para cruzar entremezclados en la masa de porteadores y transfronterizos que llega a Ceuta a diario a trabajar.
El control policial en fronteras resulta más complicado de ejercer, aunque en el caso de la ciudad autónoma, está resultando más eficaz que en Melilla.
Algunas de las familias sirias han pasado ya a la península y otros, en solitario y aun sin cumplir la mayoría de edad, han conseguido escapar en camiones a la península.