Son los primeros del año. Los primeros que han llegado por vía marítima tras el blindaje ordenado por Marruecos y la peculiar exhibición de fuerza que están haciendo en pleno espigón paralelo al Tarajal. La pasada madrugada agentes de la Guardia Civil y personal de la Gadir rescataron a 14 subsaharianos que habían conseguido llegar a las proximidades de Ceuta ocupando dos balsas playeras, siete en cada una.
El grupo, formado por varones naturales de Burkina Fasso, Costa de Marfil o Gabón, fue asistido en el puerto en donde se les dispensó ropa y se les filió para, después, ser integrados en el CETI. Allí les esperaba el equipo de trabajadores del centro, repitiéndose una imagen que hacía meses que no se repetía, después de una cierta tranquilidad marcada, sobre todo, por el afianzamiento de las buenas relaciones hispano-marroquíes.
Lo que sucede es que en esta ocasión esa cooperación entre ambas orillas no fue del todo efectiva. Cuando a las 2.20 horas se detectó la primera de las balsas, ocupada por siete subsaharianos, saliendo de Benzú, la Benemérita dio aviso a las fuerzas marroquíes para que la frenaran. La respuesta fue la pasividad total. La embarcación que tiene Marruecos precisamente para interceptar las balsas que salen de este punto se quedó en su lugar. Fue la unidad Gadir de Salvamento Marítimo la encargada de rescatarlos.
Y a las 4.20 horas se producía la segunda de las alarmas, que volvía a dar lugar a la misma historia. La Benemérita detecta a través de las cámaras la salida de una segunda balsa con otros siete varones, Marruecos no actúa y se vuelve a producir el rescate por parte de unidades españolas.
Estos intentos de entrada por Benzú no han sorprendido al Instituto Armado, que ya hace un mes recibió el aviso de entrada de cuatro subsaharianos a nado que fueron interceptados por las fuerzas marroquíes. Todos menos uno, que fallecía en su intento por nadar hacia territorio español y cuyo cadáver era encontrado 24 horas después muy cerca de la línea con Ceuta.
Cuatro de los 14 dicen ser menores
Cuatro de los catorce subsaharianos rescatados la pasada madrugada dijeron ser menores de edad al responder a las preguntas efectuadas por los guardias civiles sobre su origen y punto de partida. Los cuatro dicen ser de Burkina Fasso y fueron apartados del grupo de adultos por parte de la Policía Nacional. Al ser menores se les realizará las pruebas oseométricas para conocer si están en posesión de la verdad y mandarlos, por ello, a Nazareth y no al centro de estancia temporal del Jaral.