“Nos interesaba tener una base en el Estrecho y se decidió Ceuta”

Entrevista a Enrique Ostalé, coordinador de la Estación de biología marina del Estrecho de Gibraltar

La investigación de la patella ferruginea llevó a que Ceuta albergara a la desconocida, para muchos, Estación de Biología Marina del Estrecho. Esta especie de invertebrado marino, catalogada en peligro crítico de extinción, tiene en Ceuta una de las mayores concentraciones que se conocen. Por este motivo y por las buenas relaciones en la ciudad, se determinó que esta estación se ubicara en Ceuta, creando un punto de encuentro y apoyo logístico con investigadores a nivel nacional e internacional.

Poco a poco se ha ido consolidando y desde el pasado mes de noviembre forma parte de un convenio marco de colaboración con la ciudad. Aunque van a pasos lentos, pero seguros, la intención es quedarse y seguir creciendo, buscando que más investigadores lleguen a Ceuta a llevar a cabo sus tesis, posicionando la ciudad como un encalve estratégico para la investigación de determinadas especies y fenómenos marinos.

–¿Qué trabajo se lleva a cabo en la Estación?

–Tenemos como objetivo tres patas en cuanto al proyecto. Uno es la investigación como cualquier estación de biología. Lo que nos dedicamos a estudiar y a fomentar y a apoyar otras investigaciones, no solamente investigamos aquí, sino ye le damos soporte logístico a otras instituciones, organismos, investigadores… Otro de los objetivos, al ser universidad, nos encargamos de la divulgación, de la docencia, que pueden ser las prácticas del master que se da en la Universidad de Sevilla que se realizan aquí en Ceuta con la logística de la estación o ir a un colegio a dar una charla cuando nos invitan o dar información a la prensa. Como tercera pata de los objetivos que tenemos es prestar apoyo a la administración local con datos e información que necesiten para sus planes de gestión.

–¿Cómo es esa colaboración con la Ciudad?

–Con la Ciudad hemos hecho un convenio marco con unos objetivos generales, en el que vamos a colaborar, que año con año esos objetivos los vamos poniendo más específicos y diciendo concretamente en qué vamos a trabajar. El proyecto básicamente consiste en que tenemos unos objetivos comunes, ambas instituciones, tanto el laboratorio como los técnicos de Obimasa, y estas instituciones aportan materiales, personal o financiación para que sos objetivos se cumplan.

Por ejemplo, en el tema de la patella ferruginea, nos interesa mucho seguir estudiando el tema en Ceuta esta especia, en peligro crítico de extinción y para nosotros seguir investigando en esas líneas es muy importante, pero esa información también le sirve a los técnicos de Obimasa para los informe ellos tienen que presentar o le preguntarán desde el Ministerio. Entonces ellos tienen interés en ese tema y hemos llegado a ese acuerdo ya firmado.

–¿Es Ceuta un enclave estratégico para la investigación?

–Sí. A nosotros lo que nos interesaba, en la Universidad de Sevilla se han hecho muchos estudios, desde finales de los 80 en el Estrecho de Gibraltar, tenemos artículos datados en Ceuta desde el 88. Entonces a nosotros nos interesaba tener una base en el Estrecho. Teníamos la posibilidad de montarlo en Algeciras, por las colaboraciones con la Autoridad Portuaria de Algeciras o las instituciones, pero al final se decidió Ceuta por las relaciones personales que tenía aquí el director, Juan Carlos García Gómez, que conocía a gente, las empresas e instituciones que ahora nos apoyan y por el tema de la patella ferruginea, que la población en Ceuta es de las más importantes que quedan, para nosotros, una de las líneas importantes del grupo de investigación es estudiar esta especie, entonces nos viene muy bien hacerlo en Ceuta.

–¿Qué importancia tiene esa especie en Ceuta?

–En la Unión Europea es el único invertebrado marino que está en peligro crítico de extinción, que tiene esa categoría. Esta especie sólo queda en Ceuta, Melilla, Chafarina y en algunas islas de Túnez, en Argelia, en zonas de acantilados, difícil de llegar, sitios así donde el la gente no puede llegar.

–¿Qué vienen a buscar los investigadores de fuera a Ceuta?

–Va variando mucho. Hay casos concretos de investigadores, como Fernando Pardo de la Universidad de Madrid, tenía un estudio nacional del estudio del quinorrincos, unos animales que viven en el sedimento, muy concretos y tuvo que dar una charla en Ceuta y aprovechó para salir a muestra y llevárselas a Madrid. Otro de los casos relacionado a las becas del Instituto de Estudios Ceutíes, Helena Sánchez, doctora de la Universidad de Granada, vino con dos tesis doctorales a sacar información aquí de Ceuta con el tema de las corrientes. Para ella era muy interesante y de hecho, esa información, a nosotros nos ha venido de perlas, los modelos escenográficos que ha sacado sobre el puerto de Ceuta y las cercanías.

–¿Es complicado mantener una estación de este tipo?

–Los objetivos o los proyectos no son a muy largo plazo y también somos de la opinión de que hay que ser muy dinámicos, muy flexibles y multidisciplinares. Colaboramos con las instituciones. Son relaciones en las que todos salimos beneficiados, como no hay dinero, es lo único que se nos ocurre para ir avanzando.

–¿Cree que los ceutíes saben de la existencia del trabajo que se hace aquí?

No porque nunca hemos querido dar difusión, ni a nivel local ni más, porque hasta ahora no hemos empezado a tener estabilidad. La primavera pasada salió en pleno la creación de una Fundación de la estación de Biología Marina, que al final la Universidad de Sevilla intentó otra vía que no fuese una fundación, entonces al final hemos llegado al convenio marco. Con eso tenemos un mínimo de estabilidad, que aunque se firman cada año y si no cumple una de las partes se puede romper, ya tenemos un mínimo de estabilidad porque tenemos que estar en Ceuta, tenemos unos proyectos aquí. Ya después nos van saliendo cosas en paralelo, que saldrá en positivo y cada vez iremos dando más difusión. Por ejemplo, con Cruz Roja empezamos a trabajar el verano pasado. Llevamos más tiempo aquí, pero hasta que no hemos tenido un mínimo de estabilidad, no hemos podido colaborar. No tenemos página web, no tenemos Facebook, porque poco a poco iremos avanzando.

–¿Tenéis proyectos en puerta, de investigadores que quieren venir a Ceuta?

–Por casualidades de la vida, vamos a empezar a colaborar Luka Kubicek, que es un investigador de la Universidad de Berna, en Suiza, que estudia los peces luna, una especie. Esta maestreando en ceuta, vio lo de la estación de Biología, nos conocimos y le dije que si esto se estabilizaba, tendríamos contacto para poder trabajar juntos. Ya lee surcamos y vamos a empezar a trabajar con la empresa de La Almadraba, tenemos una colaboración con ellos para ir a estudiar los peces luna, no nos han puesto problema y estaremos trabajando con ellos.

–La intención es ir creciendo, ¿no?

–Sí, aunque despacio y con buena letra, porque una artículo de estos no se escribe en poco tiempo. Ojalá y no estuviese yo solo y tuviese otros compañeros y no tuviera que ir solo a la playa o a las escolleras. La idea es quedarse