El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta dejó visto para sentencia un juicio en el que se le acusa al llamado Y.A.A. de un delito de resistencia, así como de dos delitos leves de lesiones. El acusado no compareció a la vista a pesar de estar citado correctamente por lo que el Ministerio Fiscal exigió que se celebrara en ausencia ya que no había alegado justificación alguna. El acusado se enfrenta a la pena de 1 año de prisión por el delito de resistencia, y por cada uno de los delitos leves de lesiones a una multa de 50 días a razón de 6 euros diarios. El Ministerio Fiscal pidió una sentencia condenatoria, mientras que la Defensa reclamó la libre absolución o, de ser condenado, que sea por una pena en su grado mínimo.
Los hechos a los que se hizo referencia en este juicio ocurrieron el 21 de mayo de este mismo año. El agente que testificó en el acto de juicio oral explicó que se encontraba patrullando por las inmediaciones de Vicedo Martínez cuando vio al acusado, que tenía una requisitoria judicial. El policía señaló que le dieron el alto en seguida, y el acusado no obedeció a ella y empezó a correr para zafarse de los agentes, dándole alcance “dos calles por detrás”. En ese mismo instante, el acusado se resistió a ser detenido y opuso toda la resistencia posible, causándole incluso lesiones a dos de los policías. “Es un hombre corpulento por lo que costó reducirlo y tuvimos que hacerlo entre 3 policías”, relató el agente.
El agente que testificó señaló que se volvieron a encontrar al acusado, y éste les pidió perdón
A consecuencia de estos hechos, uno de los agentes resultó lesionado con herida en antebrazo derecho de carácter leve para las que precisó de una sola asistencia facultativa. El otro agente tuvo contractura cervical y posible tendinitis de carácter leve para las que precisó de una sola asistencia facultativa y de las que tardó en curar 6 días.
Eso sí, el agente que testificó señaló que la semana pasada se volvieron a encontrar con el acusado, y éste les pidió perdón y admitió su error de huir de ellos cuando fueron a detenerle.