El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio en el que se acusa al llamado A.E.H. por un delito de quebrantamiento de condena. El Ministerio Fiscal, después de escuchar las distintas versiones, siguió con su escrito de calificación inicial y ha solicitado que se imponga al acusado la pena de 24 meses de multa a razón de 10 euros diarios, con responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación cada 2 cuotas no satisfechas.
Los hechos tienen correlación con que el acusado fue condenado por sentencia firme, el 15 de junio del año pasado, por el Juzgado de Instrucción n° 1 de Ceuta debido a la comisión de un delito de abusos sexuales y se le impuso la prohibición de aproximarse a menos de 100 metros de la denunciante, a su domicilio , lugar de estudios o cualquier lugar en el que esta se encontrara así como de comunicarse con ella por cualquier medio por un periodo de 4 años. Fue apercibido expresamente de que en caso de incumplimiento incurriría en un delito de quebrantamiento de condena.
Mantiene el fiscal que el acusado, conocedor de la prohibición que sobre él pesaba y con ánimo de quebrantarla, sobre las 20:25 horas del 25 de agosto de este año se acercó a la víctima, menor de edad, que se encontraba en una parada de taxis junto al Centro Comercial parque de Ceuta y se dirigió a ella hablándole “en árabe”, momento en que la víctima trató de buscar refugio en el centro, siendo seguida por el acusado.
Distintas versiones en el acto de juicio oral
La víctima ha explicado que al verlo entró en “pánico” y lo primero que hizo fue llamar a su madre. Su progenitora le señaló que se dirigiera de inmediato dentro de las instalaciones del Centro Comercial y se lo hiciera saber a un vigilante de seguridad. Ella, acompañada de una amiga, entró y se lo comunicó a un vigilante que la intentó tranquilizar en todo momento. Ha afirmado que le indicó todo al vigilante y que este le dijo que mirara por las cámaras para ver si conseguía verlo. Ha reconocido que describió cómo iba vestido pero que no conseguía localizarlo en las cámaras. Así fue hasta que minutos después lo vio cómo se marchaba del lugar, señalando de inmediato que era él y los vigilantes pudieron retenerlo en la calle.
Una versión exacta ha relatado el vigilante de seguridad que estuvo todo el tiempo con la menor. Explica que la víctima le contó la situación y no “dudé” en llamar a la Policía Nacional. Mientras esperaban a los agentes, la denunciante les detalló perfectamente cómo iba el acusado y no tuvo “género de dudas” al señalarlo al comprobar que se estaba marchando del Centro Comercial.
El acusado, por su parte, afirmó que estuvo ese día en el Centro Comercial pero que en ningún momento “vi a la chica, ni le hablé”. Unas afirmaciones en las que titubeó a la hora de concretar el tiempo que estuvo en el lugar y en la zona en la que estuvo. Al Ministerio Fiscal le dio una respuesta, mientras que a la Acusación Particular le intentó ofrecer la misma pero con diferentes matices. En un principio comunicó haber estado unos 15 minutos dentro del centro, mientras que después indicó que había estado “media hora” intentado comprar una funda de móvil porque había muchas personas en la tienda.
Que barato sale delinquir en este país. A esto le llaman Justicia?