Las asociaciones de pacientes más afectados por el copago de fármacos de dispensación hospitalaria expresaron ayer su satisfacción por la “sensata” decisión del ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, de revisar una medida que sólo ha sido aplicada en Ceuta y Melilla. Alonso anunció el pasado miércoles, en su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, que está abierto a reflexionar sobre la eliminación del copago farmacéutico hospitalario, una medida que entró en vigor el 1 de octubre de 2013, pero que no ha sido implantada en ninguna CCAA.
El copago -que sí se aplica en Ceuta y Melilla, territorios que no tienen competencias sanitarias- afecta a un grupo de fármacos (43 medicamentos en 157 presentaciones diferentes) destinados a pacientes crónicos graves (cáncer, esterilidad o hepatitis C) no hospitalizados, que deben abonar un 10 por ciento, con un tope de 4,20 euros. “Esto es lo que esperamos de un ministro que de verdad se preocupa de las cosas importantes de la Sanidad”, explicó a Efe Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac), uno de los colectivos más afectados por esta medida. Barragán destacó que este copago agrava con una penalización económica el estado de los enfermos de cáncer que pueden ver comprometida su salud al no poder hacer frente al coste de los fármacos que necesitan para continuar con su tratamiento.