Jesús Nazareno y la Virgen de la Esperanza, una vez más, se tienen que quedar en su templo sin poder recorrer las calles de Ceuta, dejando tras de sí un profundo sentimiento de tristeza y desolación entre todos los devotos y cofrades.
Al igual que ocurriera el pasado año, la Hermandad ha decidido no realizar la Estación de Penitencia por el fuerte viento de poniente, con rachas de hasta 70 kilómetros horas, y la previsión de chubascos que podrían afectar durante el recorrido.
Una decisión dolorosa tomada por su hermano mayor
La decisión, dolorosa pero inevitable, ha sido tomada por la Junta de Gobierno de la Hermandad en una reunión celebrada alrededor de las 18:30 horas, en presencia del vicario general, Francisco Jesús Fernando Alcedo.
El Hermano Mayor, Jesús Garrido, fue quien, con el corazón en la mano, tuvo que anunciar la noticia que nadie quería oír: por segundo año consecutivo, Jesús Nazareno y la Virgen de la Esperanza no saldrán a las calles de nuestra ciudad.
Las palabras se quedaron cortas para describir el sentimiento que embargó a todos los presentes. Fue una decisión que cayó como un jarro de agua fría para todos los costaleros, penitentes, acólitos, familiares y amigos que ya se encontraban en el Santuario Nuestra Señora de África ultimando los preparativos.
Segundo año que los ceutíes no pueden vivir el mágico encuentro
Ceuta, que esperaba vivir uno de los momentos más emocionantes y esperados de la Semana Santa, se queda otro año sin poder vivirlo. A las puertas del Palacio de la Asamblea ya habían fieles que aguardaban con ilusión la aparición de los Sagrados Titulares, para acompañarlos con respeto, silencio y oración. Pero ese momento no llegó.
El fuerte viento de poniente y la aparición de posibles lluvias, ha hecho que la Hermandad tome una medida preventiva de seguridad para evitar males mayores. Desde la corporación señalan a este periódico que es inseguro salir así por las calles de Ceuta, ya que, por ejemplo, el paso de palio podría sufrir daños importantes debido a la fuerza del viento.
El sentimiento de frustración de otro año sin poder salir 'El Encuentro'
Allí, en el recogimiento del templo, muchos no pudieron contener las lágrimas. Las emociones se desbordaron. Las caras de tristeza hablaban por sí solas, mientras algunos hermanos sostenían con impotencia sus costales y capirotes, como símbolo de un esfuerzo y una ilusión truncada por las circunstancias.
Era imposible no sentir el peso del silencio. Un silencio denso, dolido, compartido. La emoción contenida de quienes habían ensayado durante semanas, de quienes habían bordado cada detalle del paso, de quienes llevaban meses soñando con ese Martes Santo. Porque no era solo una procesión más. Era el reencuentro con la fe en las calles, con la tradición que une generaciones, con la esperanza que tantas veces consuela.
El Santuario ha abierto sus puertas a todos aquellos ceutíes que quisieron, al menos, acercarse a ver a sus Titulares. Jesús Nazareno y la Virgen de la Esperanza están allí, perfectamente vestidos, preparados para salir, con esa solemnidad que sobrecoge, con esa belleza que invita a la oración. Pero no podrán caminar por nuestras calles. Se quedaron en casa, y su ausencia se sintió como un vacío profundo.
Lágrimas y abrazos entre las personas que ya estaban en la iglesia
A pesar de todo, el sentimiento de Hermandad no se perdió. Entre lágrimas y abrazos, los hermanos se unieron más que nunca. Porque la fe, aunque a veces se viva con dolor, también une en los momentos difíciles. Y aunque no hubo paso, sí hubo devoción.
Aunque no hubo procesión, sí hubo encuentro. Y aunque el cielo lloró, el corazón de Ceuta se mantuvo firme, sabiendo que la Esperanza no se pierde, aunque la lluvia impida que camine.
Este Martes Santo no fue como se esperaba, pero fue, sin duda, uno que quedará en la memoria de todos. Porque a veces, la emoción más intensa se vive en el recogimiento, en la espera, en el silencio que habla más que mil palabras.
Pues en Málaga, un ser de luz, arrojó agua al paso y no lo han suspendido, quizás...
Bueno pero los legionarios han dado su espectáculo, que es lo más importante.
A esta gente le quedan dos lunas , como se puede suspender una salida 2 horas antes.
Si la previsión es mala y no mejora suspéndelo media hora antes , con un recorrido corto como iban a hacer podrían incluso retrasar la salida a esperar mejoría , pero vaya parecían que lo tenían claro desde hace un tiempo.
Menos mal que no estaba en tus manos, tomar esa decisión. Fíjate la que ha caído ...y lo que sigue cayendo ahora. Fenómeno.....