Cuatro inmigrantes se subieron a primera hora de la mañana al vallado. Han bajado tres y uno de ellos lleva ya un día entero subido a la valla.
Encaramarse a la valla como una vía de escape. Esa es la máxima que están siguiendo algunos subsaharianos para intentar garantizarse su entrada en Ceuta. Correr, saltar la primera valla, seguir corriendo y saltar la segunda para quedarse encaramados y no moverse hasta que el cuerpo aguante. En las últimas semanas este tipo de situaciones se están repitiendo mucho más. Los riesgos las caracterizan, porque sus protagonistas se empeñan en quedarse arriba ante el temor de que, si bajan, podrán ser entregados a las autoridades del vecino país, en aplicación del protocolo en vigor.
Los cuatro varones que aparecen en esta imagen se subieron a primera hora de la mañana de ayer, poco antes de las 9.00. Han bajado tres y el otro lleva ya un día entero en el vallado. Hasta el lugar, en la zona perimetral de Anyera, se acercó un vehículo de Bomberos ya que parecía que uno de los subsaharianos estaba enganchado en las concertinas. Los inmigrantes rehusaron bajar. Poco después se llamó a la Cruz Roja, que desde distancia visualizó que no tenían heridas y ante cuya presencia tampoco quisieron bajar.
Finalmente bajaron tres, a quienes se les aplicó el protocolo, que indica que al no tener heridas, son entregados a Marruecos. En cuanto al otro, de momento la Guardia Civil solo puede esperar a que descienda.