Los datos de pago mejoran en la mayor parte de las autonomías desde hace un año, excepto en Extremadura y Melilla, siendo en esta última donde más tiempo se tarda en pagar, con 31,39 días de retraso. Le siguen Canarias, con 22,19 días, Ceuta (21,08) y Extremadura (20,09). En el lado contrario, Navarra y La Rioja son las dos únicas comunidades que registraron retrasos de menos de 11 días, con demoras dee 10,56 y 10,96 días, respectivamente, según el ‘Estudio sobre Comportamiento de Pago de las Empresas Españolas’ publicado por la empresa Informa D&B.
La diferencia entre la comunidad con peor y mejor comportamiento disminuye desde el trimestre anterior, cuando era de 24,04 días, hasta 20,83 en este.
Asimismo, mientras que en el año 2017 los pagos puntuales superaban el 60 por ciento de los casos en hasta cinco comunidades, en el primer trimestre de 2022 tan sólo en La Rioja se alcanzan un 50 por ciento de pagos puntuales.
El retraso medio en los pagos de las empresas a nivel nacional no llega a los 15 días
Aragón se queda cerca, en un 49,5 por ciento, y Navarra y el País Vasco superan el 48 por ciento. Por el contrario, Canarias es la autonomía menos cumplidora, con un 33 por ciento de pagos a tiempo, seguida por Murcia, Melilla y Madrid, que solo alcanzan el 39 por ciento de pagos en plazo.
El plazo medio de pago en el que las empresas españolas hacen efectivas sus facturas sube hasta 96,99 días en el primer trimestre de 2022.
Se trata del sexto trimestre consecutivo de subida, quedando medio día por encima del trimestre anterior y sumando 2,86 en un año, siendo el más alto desde el tercer trimestre de 2013.
Sin embargo, el retraso medio en los pagos -la diferencia entre el día de pago real y el día de pago pactado- se queda en 14,66 días, inferior a los 15,22 del último trimestre de 2021 y 1,58 puntos por debajo del mismo periodo del año pasado.
Esto se debe a que, aunque el plazo de pago sigue subiendo, el periodo pactado para hacer efectivas las facturas lleva también seis trimestres al alza, para alcanzar 82,34 días, cuatro y medio más que hace un año, la cifra más elevada desde el año 2012.
El porcentaje de pagos puntuales creció apenas en dos puntos porcentuales desde hace un año, hasta llegar al 44 por ciento. El porcentaje sube hasta el 91 por ciento de los pagos si se contabilizan aquellas transacciones que se realizan con sólo un mes de retraso y los pagos con retrasos de más de 90 días son solo el cuatro por ciento.
Las pymes, las más puntuales
Por tamaño, las pequeñas empresas son las más puntuales. Más de un 50 por ciento de las microempresas y un 43 por ciento de las pequeñas empresas cumplen con los plazos de pagos, frente al 27 por ciento de las medianas y el 13 por ciento de las grandes. Las pequeñas empresas son las que tienen una media de retraso más baja, de 12,47 días, 1,27 días menos que hace un año. Las medianas y las grandes reducen el plazo en 1,74 y 2,10 días, hasta 13,40 y 15,64 días, respectivamente.
Informa D&B calcula que los retrasos producidos suponen un coste directo para el conjunto del tejido empresarial español de casi 2.000 millones de euros.
“La situación de incertidumbre hace que las empresas estén acordando unos periodos de pago cada vez más amplios y ya son seis trimestres en los que crece el plazo medio de pago real que alcanza, en los tres primeros meses de 2022, los 97 días”, explicó la directora de estudios de Informa D&B, Nathalie Gianese.
CCOO no cree preocupante la demora con los suministradores
El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO) en la ciudad autónoma, Emilio Postigo, no consideró como preocupante el retraso en el pago de las empresas locales a los proveedores mencionado en el informe. “Lo sería -aclaró- si la situación se tornara grave, porque, en ese caso, podría repercutir en que no se pagaran las nóminas de los trabajadores”. Incluso podrían aparecer otro tipo de problemas laborales, por ejemplo, en lo referente a despidos. No obstante, el líder de CCOO en Ceuta aseguró que, en el sindicato, no tienen conocimiento de que eso esté sucediendo. Postigo recordó que sí que hubo “bastantes problemas” de retrasos en los pagos a los proveedores por parte de la Ciudad Autónoma durante la crisis económica que comenzó en 2008, pero admitió que ese problema ya quedó resuelto hace tiempo. En su opinión, cuando se trata de la administración pública, el asunto se vuelve más grave y entonces toca animar a los trabajadores para que se movilicen.