Compañeros, amigos y familiares se han dado cita este domingo en el tanatorio de Ceuta para despedir a José Ucero, muy conocido y querido en la ciudad, donde trabajó hasta el ultimo día de su vida como técnico de Emergencias del 061.
Desde primera hora de la mañana, las instalaciones municipales de San Amaro han recibido a un gran número de personas que no han querido dejar de acudir a acompañar a Pepe, como era conocido por todos, en su último recorrido.
“Estamos muy tristes en el 061 porque hoy despedimos a un compañero y a un amigo con el que hemos compartido veinte años y que era parte de nuestra familia”, expresaba Begoña Martínez Huertas, enfermera Responsable del servicio de Emergencias del 061 en Ceuta, en nombre de todo el equipo.
Un hombre entrañable del que sus compañeros destacaban este domingo su carácter visceral, “siendo una de esas personas que es imposible olvidar”, relataba Martínez.
Pepe, falleció este viernes en Cádiz, a donde fue evacuado desde Ceuta tras sufrir un ‘trombo’, urgencia que cubrieron sus propios compañeros, aunque están acostumbrados a tratar emergencias cada día, tener que atender a un amigo siempre es especialmente doloroso: “Al doctor Abdelghani y a mi nos tocó atender ese aviso que un sanitario siempre teme tener que cubrir. Ir a atender a un compañero es muy duro, y la verdad es que estamos muy afectados porque lo vimos en esos últimos momentos y nos sentimos muy tristes por tener que decirle adiós”, declaraba emocionada Martínez.
Un profesional comprometido y siempre al pie del cañón del que este domingo sus compañeros y amigos recordaban emocionados: “Pepe fue uno de los primeros de España en sacarse el título de técnico en Emergencias Sanitarias, a pesar de tener ya una edad se puso a estudiar y lo logró porque era una persona con mucha fuerza de voluntad y tesón”, rememoraba Abdelghani el Amrani, médico del 061 de Ceuta.
Un trabajador entregado a la sanidad que estuvo en primera línea durante los peores momentos de la pandemia, tendiendo su mano a quien lo necesitó a pesar del peligro del momento: “Trabajaba mañana, tarde y noche, siempre al pie del cañón. En la pandemia estuvo entregado al máximo, a pesar de estar preocupado por ser de riesgo y temer contagiarse. Finalmente logró esquivar al virus, y ahora que estábamos todos un poco más tranquilos un trombo se lo ha llevado, estamos desolados”, señala su compañera Begoña Martínez.
Para decirle adiós y a modo de homenaje, una decena de ambulancias han realizado el cortejo fúnebre junto cuerpo de Pepe hasta el cementerio de Santa Catalina donde en un acto íntimo y familiar se le ha despedido.
Descanse en paz.