El Centro Dramático de Ceuta interpretó de manera magistral la obra maestra de Tennessee Williams y casi llenó el Teatro Auditorio de un público que valoró su trabajo
En Ceuta hay buenos actores y una gran afición al teatro. Es lo que se demostró una vez más en una obra que llevó a escena el Centro Dramático de Ceuta y que casi consiguió llenar el Teatro Auditorio del Revellín. En esta ocasión, la obra interpretada era Un tranvía llamado deseo, la que es considerada por la Asociación de Críticos de Estados Unidos la obra más importante del siglo XX y que tan magistralmente creó Tennessee Williams. Los miembros del Centro Dramático de Ceuta dieron vida a los personajes que protagonizan esta historia enrevesada en la que se produce el conflicto entre tipos brutos y violentos, recién llegados de la II Guerra Mundial, y damas de una exquisita educación, procedentes del sur de Estados Unidos. Los actores del Centro Dramático de Ceuta decían antes de la obra que cuando realizaron las primeras lecturas se enamoraron de la narración, algo que demostraron ayer en cada escena, sintiéndose bajo la piel de los personajes y trasladando al público la belleza y calidad de esta obra, algo que agradecieron los asistentes con grandes ovaciones. Carmen Jordá dio vida a Blanche du Bois; Iván Martín a Stanley Kowalski; y Rosa Merlo a Stella du Bois, los tres personajes que toman el papel más importante de la obra. La ficha técnica la completan los actores Rodia León, Mimi Rivera, Manu Román, Antonio Aragón, Cecilia Monfort, Pablo Soriano, Pedro A. Menlle, Marta Vila y Hugo Muñoz Merlo. La obra llevaba la dirección de Manuel Merlo, quien contó con la ayuda de Paqui Rodríguez.