El subgobernador del Banco de España, Miguel Arístegui, insistió ayer en una reunión con los sindicatos celebrada en Madrid en que la decisión tomada por este ente público de cerrar siete sucursales en todo el país, incluida la de Ceuta, es irrevocable. Las organizaciones sindicales habían solicitado una reunión con el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aunque finalmente fue Arístegui quien mantuvo el encuentro con los representantes de los trabajadores. En la reunión también estuvo presente el presidente del Comité de Empresa.
Asimismo, el Banco de España expuso su intención de abrir una comisión negociadora para tratar las condiciones laborales de los trabajadores. Los representantes legítimos de los empleados, en cambio, dijeron estar de acuerdo con la reducción de costes pero no por la vía del cierre de sucursales. “Hay otras maneras de conseguirlo”, manifestó en declaraciones a este medio el representante del Sindicato Autónomo de Trabajadores del Banco de España (SATBE) en Ceuta, José María Hernández.
De ejecutarse esta decisión, el 31 de mayo cerrarían las puertas de la sucursal del Banco de España en la ciudad autónoma, lo que provocaría el traslado de los once trabajadores de Ceuta a otros puntos del país, con el perjuicio que supondría para sus familias. No obstante, Hernández confía en la “vía política”, es decir, en las preguntas que formularán los parlamentarios ceutíes.
Mientras, los sindicatos no quieren ni oír hablar de negociación de condiciones laborales, ya que se mantienen en su postura de oponerse al cierre de cualquier sucursal del Banco de España.
Para hoy hay prevista otra reunión entre las personas designadas por el Banco de España y la parte social, los sindicatos. Éstos esperan que se produzca un avance en su lucha por defender los derechos del colectivo de trabajadores.