La cerveza perfecta existe, no es una leyenda, aunque requiere de un ritual cuidadoso. La Asociación de Cerveceros de España brinda en una guía para profesionales de la hostelería el secreto de su correcto servicio y que, ya sea tirada de grifo o servida en botella, luzca cremosa, conserve la temperatura idónea y su refrescante sabor cuidando siempre la presentación.
En España solemos tomar la cerveza bien fresca. La temperatura de servicio recomendada puede oscilar entre 5 y 10 grados dependiendo del tipo de cerveza.
Espuma: Dos centímetros de grosor. Depende de la región, pero conserva aroma y sabor
Como recomendación inicial de esta entidad que agrupa a los productores de cerveza del país, los recipientes deben estar fríos pero nunca escarchados o congelados porque el frío excesivo modifica el sabor y el aroma de la cerveza e impide la formación de espuma.
Antes de nada es aconsejable humedecer la copa para eliminar posibles restos y favorecer que la cerveza resbale por el interior de la copa evitando que el líquido explosione contra el cristal y pierda parte del carbónico.
Este recipiente de cristal es perfecto por su fisonomía puesto que permite el agarre por la caña, un gesto que evita que la bebida se caliente aunque el vaso es más popular según qué zonas geográficas. Los entendidos apuestan por servir la cerveza con espuma, preferiblemente con una capa de entre 1,5 y 2 centímetros de grosor.
Si bien las preferencias y los hábitos varían en función de cada área geográfica, la espuma, además de mantener los aromas y el sabor de la cerveza, permite una liberación de carbónico más lenta. Sólo queda por saber cómo se sirve la caña o cerveza de botella perfecta.
En tres pasos, la Asociación de Cerveceros ejecuta con maestría este movimiento: en primer lugar, situar la copa o vaso bajo el caño con una inclinación de 45 grados y a una distancia de entre 10 y 12 centímetros para que la cerveza se bata suavemente con el fondo y permita la formación de la espuma.
45 grados: Inclinación del caño. A una distancia de 12 centímetros para que se bata en el fondo
A continuación, cuando se haya llenado el vaso hasta sus tres cuartas partes, enderezar hasta que queden nos dos centímetros hasta el borde y entonces cortar el grifo.
Si se desea obtener una cerveza con espuma de aspecto compacto cuando se sirve de la botella y de aspecto cremoso si se sirve desde el grifo, este procedimiento se debe hacer en varios tirajes, dejando reposar el líquido entre ellos.
Ahora solo queda disfrutar de esa cerveza perfecta acompañada de una tapa aprovechando que llega el buen tiempo y recordar los efectos positivos que puede tener en la salud de los adultos sanos. Siempre que se consuma con moderación.