Sólo rechaza las colectivas, las individuales “deben llevarse a cabo siguiendo un debido proceso judicial”.
nal marroquí de Derechos Humanos (CNDH, un organismo oficial), Driss Yazami, recordó ayer que las expulsiones colectivas de inmigrantes desde las fronteras de las ciudad de Melilla y Ceuta hacia Marruecos son “contrarias al derecho internacional”.
Así lo manifestó en una rueda de prensa en la sede de la agencia MAP, donde Yazami fue preguntado por las expulsiones de inmigrantes subsaharianos desde España a Marruecos y sobre si éstas se estaban realizando conforme al derecho.
Yazami reconoció que todo país tiene derecho a regular la entrada de emigrantes en sus fronteras, pero consideró que, cuando se producen expulsiones por encontrarse irregularidades, deben ser individuales y llevarse a cabo “siguiendo un debido proceso judicial” y subrayó que “las expulsiones colectivas las prohíbe la legalidad internacional”.
Precisamente hoy iba a tener lugar en Tánger una reunión (finalmente aplazada por los funerales del ex presidente del Gobierno español Adolfo Suárez) entre los ministros del Interior de España y Marruecos, Jorge Fernández Díaz y Mohamed Hassad, respectivamente, para estudiar la forma de agilizar los procedimientos de entrega de subsaharianos de la Policía española a la marroquí cuando se abortan intentos de entrada ilegal en España, una práctica que tiene su referente en el acuerdo hispano-marroquí suscrito en 1992, ratificado 20 años después, en 2012, que permite la readmisión de inmigrantes.
Presión migratoria
Tanto Melilla como Ceuta llevan sufriendo una permanente presión migratoria desde finales del año pasado, aunque está siendo mucho más intensa en este último mes, con repetidos intentos de asalto a sus vallas fronterizas por parte de cientos de subsaharianos.
Tras cada asalto abortado, la Policía marroquí realiza redadas entre los inmigrantes del perímetro fronterizo y los traslada por la fuerza a otras ciudades, generalmente Rabat y Casablanca, desde las que la mayoría de ellos vuelve hacia las fronteras para intentarlo de nuevo.