El Recinto, inmerso en la superpoblación

La barriada se debate entre el incremento de residentes y la    falta de recursos y servicios

Mucha gente y pocos recursos. Esa es, en una frase concisa, la situación que se vive en la zona conocida como del Recinto, que corona Ceuta y que “a pesar de estar a cinco minutos de pleno centro” es, según los residentes, “una barriada de la periferia en la que la escasez de servicios y el incremento de población en los últimos años está generando problemas graves”. El presidente de la Asociación Vecinal de la zona, José María Romero, lo ha explicado pidiendo atención a las autoridades competentes.
En los últimos años, un barrio caracterizado por las casas de planta baja, con pocos residentes y muy tranquilo, se ha convertido en un gran hormiguero de gente salpicado de edificaciones ilegales que han saturado las infraestructuras existentes, “ya muy viejas y obsoletas y en las que se producen continuamente averías como pueden ser el saneamiento, la red de alcantarillado y demás”.
Pero la problemática no se queda ahí. Romero lamenta que servicios tan básicos como el de la recogida de basura funcione peor que nunca, condenando a los vecinos de la zona a soportar situaciones que nunca se habían vivido. “No se respetan los turnos de baldeo, el nivel de la recogida de la basura ha bajado y no sabemos por qué  y la verdad es que en los últimos meses hemos notado la barriada muy desatendida en lo que respecta a la limpieza”. Falta alumbrado público y a raíz de este tema se aborda el de la seguridad.
“Sinceramente ya no se a dónde vamos a llegar. Hemos sufrido robos, quemas de vehículos... y cualquier día va a ocurrir una desgracia porque no existe vigilancia y las patrullas a pie y la policía de barriadas que tanto hemos pedido nunca llegan y en el Recinto en una ocasión dijimos los vecinos que se estaba todo yendo de las manos y eso es lo que sigue pasando sin que podamos hacer nada”.
El incremento de vecinos y la falta de equipamientos y recursos acondicionados para atenderlos puede desembocar en graves problemas que desde la Asociación Vecinal se vienen advirtiendo para que se tome nota. “Nadie hace nada. La población sigue aumentando, las casas ilegales también,la inseguridad sucede lo mismo y los problemas con los servicios que hay y que se han quedado pequeños también son preocupantes”, asegura José María Romero, que deja claro que él no es presidente de los vecinos “sino simplemente de la Asociación Vecinal que hay en esta barriada y es igual de viable que otros vecinos hablen y muestren sus quejas”.
Otra de las preocupaciones más importantes es la de incrementar las medidas de seguridad vial en la zona, ya que si bien es cierto que han mejorado el cruce de la calle Molino con el Recinto, aún queda mucho que hacer “en una carretera con mucho tráfico y donde se circula a mucha velocidad. Es necesario llevar a cabo un mayor control y poner topes y pasos de cebra en otros puntos”.
Y la playa del Recinto, a la que hay que acceder o bien desde la del Sarchal o por los más de 300 escalones que se ubican frente a la calle Molino, es otro gran abandono pero que los vecinos que pueden acceder a ella siguen disfrutando. “Nos gustaría que se reconociera como playa y que se recupere. Comprendemos que tiene un acceso difícil y que no podemos hablar de un ascensor, pero sí que estuviera convenientemente balizada cada verano, que se limpiara y que se acondicionara el paso del final de las escaleras, ya que está en muy mal estado”, apunta el presidente de la Asociación Vecinal. Romero insiste en “al menos contar con los mínimos servicios, ya que ahí no vamos a exigir que haya vigilancia continua, pero sí que no sufra el abandono que sufre cada verano”.

Los vecinos están preocupados por la inseguridad

Aunque la escala de robos se ha reducido de un tiempo a esta parte, nunca en la barriada se ha vivido con tanto miedo y temor como hasta ahora. Así lo reconocen los vecinos, que aseguran que siempre ha sido una zona tranquila llena de caras conocidas. Por la noche hay más problemas y piden más presencia policial para tratar de evitarlos. Es necesaria, como siempre han solicitado, la policía de barriadas. En apenas unos años la población se ha incluso triplicado en la zona.