El tema de las autorizaciones para poder contratar la luz, es una cuestión de justicia social. Si los cortes de luz nos causan un tremendo malestar e interrupción en nuestras tareas cotidianas, imagínese lo que supone a quienes ni siquiera pueden contratar ese servicio. Son familias tan españolas como la suya o la mía.
Familias en situación regular en Ceuta, pero cuyas viviendas no están dentro de lo recogido por la actual normativa urbanística.
¿No debe estar la política al servicio de la ciudadanía para que esta tenga la mejor calidad de vida posible? ¿Y no es, la electricidad, algo imprescindible hoy en día? ¿Le perjudica a alguien?
Aquí no hay cabida para polémicas absurdas e interesadas. Autorizar de manera puntual, y siempre que se cumplan los requisitos establecidos, a algunas familias a poder contratar debidamente la luz no es más que dar cobertura a una necesidad básica de cualquier persona.
Ya tocaba dar respuesta y solución a un problema que afecta a personas de distintas barriadas de la ciudad, aunque los prejuiciosos han dado por hecho que sólo afecta a la barriada del Príncipe.
No olvidemos que el desarrollo urbanístico local no ha sido paralelo al ritmo de crecimiento real. La falta de suelo, que en gran parte retiene Defensa pese a ser de toda la población ceutí, fue uno de los principales motivos de que comenzaran hace muchísimos años a proliferar viviendas al margen de la normativa urbanística.
Y entendiéndolo como una cuestión de humanidad y de justicia social fue como nuestro grupo parlamentario consiguió el apoyo de esta propuesta tanto por parte del gobierno como parte del resto de la oposición, por unanimidad.
Sin embargo, parece que las divisiones internas del Partido Popular y sus luchas por ver quién puede más o quién es más gallo del corral lleva a lo surrealista de que lo que es lógico y racional para quienes están en el gobierno de la ciudad sea visto de manera reacia para sus compañeros de la Plaza de los Reyes.
Es lamentable que una cuestión de justicia social sea utilizada de manera torticera para echarse un pulso.
Dice una vieja cita célebre que cuando los elefantes se pelean, es la hierba la que se resiente. Así ocurre en esta ocasión, que mientras hay familias que podrían ver solucionado su problema de manera casi inmediata, y ver que la política y sus responsables se ponen a veces de acuerdo en la solución, casi todo apunta a que va a dilatarse en el tiempo porque los elefantes del Partido Popular no se llevan bien ni siquiera por el interés general que es el que deberían tener en cuenta hoy.