En estas últimas jornadas estamos asistiendo a casi una comparecencia por día de la delegada del Gobierno. No son actos absurdos, están sirviendo para calentar motores de cara a una campaña en la que el partido deberá vender su gestión.
La semana pasada Ory defendió como pudo unos Presupuestos difíciles de entender. Por mucha promesa de inversión que nos haga ver, lo que cuenta es lo que está escrito. Los números no engañan y la inversión desciende. También es cierto que esos mismos números no engañan y desde la plaza de los Reyes se está haciendo más por la frontera en unos meses que el PP en años. A los hechos me remito y a la situación a pie de carretera también, por mucho que les escueza a unos parlamentarios capaces de comparecer para exigir ahora lo que su partido y ellos mismos en sus funciones fueron incapaces de sostener.
En este escenario político llama la atención la postura del PSOE. A la delegada del Gobierno le ha salido un mal compañero de travesía. ¿Cómo es posible que el partido no haya comparecido todavía para hacer alguna valoración? Manuel Hernández, cabeza visible del proyecto socialista, se dedica a poner cuatro mensajes en su perfil de Facebook y a difundir vídeos de visitas en barrios, pero evita hablar de las inversiones para Ceuta de su partido, que forman parte del Gobierno de Pedro Sánchez, la alternativa que él mismo defendió y respaldó. El partido calla, sigue su propio sendero, no comparece, se dedica a mandar comunicados como si no estuviera en este mundo, obvia cualquier debate, no se posiciona sobre la petición de dimisión de la delegada del Gobierno que es de su partido... Está claro que Hernández se habrá tenido que morder la lengua desde que supo que Madrid elegía a otra persona para el puesto en los Reyes, ¿pero tanto como para ni siquiera defender la gestión de sus propias siglas? Pues sí que está bien el patio. ¿Acaso en Daoiz habrán visto que les sale rentable callar?, ¿o es que ni siquiera están de acuerdo con la política que sigue Madrid para con Ceuta?, ¿tanto como convertirse en un partido fantasma que no comparece y que reduce su acción al envío de cuatro notas de prensa y unos vídeos caseros que parecen sacados de un canal de youtube? Desvariamos. Cada vez más.
Manuel Hernández se está equivocando, tiene una oportunidad de oro de aglutinar a toda la izquierda,pero el prefiere su propio acorralamiento y seguir unas pautas inexplicables, no tiene relación con la delegación del Gobierno, las conversaciones con algunos partidos vocalistas y de IZQUIERDAS no llegaron a nada, el abandono de musulmanas destacados del partido, un sin fin de errores, que llevaran al PSOE a un declive TOTAL