Las intervenciones llevadas a cabo por la Policía Nacional en la llamada ‘Operación Guadiana’ no gustan entre los vecinos del Príncipe. Y no gustan por las formas en que se llevan a cabo ya que, denuncian, llegan al barrio como si de agentes de la Gestapo se tratara, en “plan Robocop”, solicitando documentaciones de mala manera y amedrentando a menores y ancianos.
Eso es lo que dicen, recalcando que no están en contra de que haya Policía en el barrio, sino de que vengan agentes que “deberían aprender algo de los que había antes”.
–No parece que le guste las últimas intervenciones de la Policía en la barriada...
–Es por las maneras en que suben. Nosotros no nos negamos a que suba la Policía, lo que pasa es que lo están haciendo a unas horas en que están las mujeres, ancianos y los niños en la calle y de repente se encuentran en medio de una batalla campal. Hemos tenido quejas de vecinos que nos han dicho que a sus hijos pequeños casi les dan con una pelota de goma. Lo que queremos es que se tenga cuidado y que se tenga en cuenta a estas personas. ¿Qué suba la Policía?, totalmente de acuerdo, pero que tengan cuidado, que vengan con otras formas para que se rebaje la tensión que está habiendo, teniendo en cuenta a las personas de bien que regresan de sus trabajos, a las mujeres, a los niños. La Policía tendría que subir más tarde, cuando en las calles estén los maleantes... que en vez de subir a las seis de la tarde que suban a las once o las doce para perseguir los delitos que pueda haber.
–¿Han trasladado este malestar al delegado del Gobierno o al jefe superior de Policía?
–Nosotros hemos tenido ya alguna reunión con ellos pero desde hace ya bastantes meses no tenemos contacto. Creo que todo se dejó claro. Tengo compañeros que han tenido altercados verbales con policías sólo por reprocharles que tuvieran cuidado con los niños. Creo que un policía tiene que dar ejemplo de educación y de dirigirse a las personas, que aquí no todos somos delincuentes. Un policía tiene que saber comportarse y no enfrentarse con vecinos de bien que a veces se sienten en una provocación y al final caen en la tentación de discutir con estos agentes.
–¿Siente que se está criminalizando a la barriada, metiendo a todos en el mismo saco tras los últimos apedreamientos ocurridos?
–Por la subida no, pero por las formas sí. Nosotros queremos esa presencia policial, y la queremos más continua. Queremos esa policía que se integre en la barriada, que esté aquí a diario, algo así como la Policía Local. Agentes de la Nacional que se vayan integrando, conociendo a los vecinos... que luego tienen que hacer operaciones nocturnas o lo que sea... pues muy bien, pero que no criminalicen a todo el barrio. Policías que estén en la calle, que conozcan a los vecinos.
–Como había antes...
–Sí. Antes venían policías a la barriada -apunta Ahmed Enfeddal, vicepresidente de la barriada- que estaban aquí con sus motos y nadie se las tocaba, pero porque eran personas que venían con educación y trataban a las personas como lo que son.
Los policías de hoy en día -le completa Kamal- deben tomar ejemplo de los antiguos, que conocían a todos, sabían quién era el delincuente, quién iba de bien, y tenían un respeto.
Veían a un niño que se descarrilaba -añade Enfeddal- y localizaban al padre para advertirle, por ejemplo.
–Reclaman un tipo de policía para la barriada y luego resulta que hay grupos continuamente apedreando, incluso, el pasado domingo a la guardería del barrio. ¿Cómo defiende esa tesis, no suena esto a cachondeo?
–De lo que ocurrió el pasado domingo, me cuentan compañeros que estuvieron allí que hubo un pique entre personas... se armó el jaleo y había niños por medio. Algún delincuente tiró una piedra y se liaron a pelotazos cuando había niños en la calle... cualquier persona en sus cabales que se encuentra en esa situación pierde los nervios.
Si yo soy policía -añade Enfeddal- y me tiran de una ventana un jarrón, yo tomo nota y mañana lo denuncio porque saben qué piso es. Se tienen que hacer ese tipo de actuaciones. Los que tiran piedras están totalmente identificados, saben quiénes son, además son niños que tienen antecedentes, que han pasado por algún tipo de reforma... son ciertos niños los que hacen esto. Tendrían que hacer una actuación más severa, buscar el núcleo del que salen, de dónde son, qué hacen, cómo se puede actuar con ellos... ese es el trabajo que se tiene que hacer, pero que no digan que porque un grupo tire piedras todo el Príncipe lo hace. Y tampoco que digan que no queremos policías. Sí que los queremos, pero no a la Gestapo. Si vienen de una forma tal... tampoco te va a querer nadie.
–Cuando se atenta contra los servicios públicos o las enfermeras... eso ya no es una respuesta contra la Policía... ¿qué pasa entonces?
–Pero qué ha sido. Un tirón de bolso a unas voluntarias de Cruz Blanca, un ataque a una enfermera... son casos concretos que han cometido gente que se encuentra en una situación crítica. Eso ocurre en Madrid, en Barcelona o en Pekín. Esa persona igual ve a mi madre y también le pega un tirón.¿Qué pasa aquí?, que sucede un robo y ya no es que lo hace una persona sino la barriada entera. Pasa una vez en 30 años, que se le golpea a un barrendero o se meten con unas voluntarias... y ya se le da un boom... cuando en realidad esto nunca ha pasado aquí. Son ganas de meter cizaña.
–Camino a la sede vecinal varios vecinos me han comentado en la barriada que usted debería pedir la dimisión del delegado del Gobierno o del jefe superior, ¿lo va a hacer?
–No. El delegado ha estado frenando este tipo de actuaciones, creo que se ha visto forzado por la situación a defender esto. Yo no pediría su dimisión por estas situaciones en concreto, sino más por la dejadez que ha tenido él y los de antes por esta barriada. Una vez me reuní con él y nunca más. La barriada necesita muchas actuaciones de la Delegación y del Ayuntamiento. Por esa dejadez sí que habría que pedirla, porque el Príncipe ha ido empeorando día a día. Tenemos fracaso escolar, falta de empleo. Hay que mirar el tema social... la mayoría de vecinos está sin empleo, son padres de familia que tienen hijos. Quizá esos hijos son los que están tirando piedras, son los que salen a delinquir... igual llegan a casa y no se encuentran un plato de comida sino unos padres discutiendo. Son familias desestructuradas, y esto se ha ido extendiendo a casi la mitad de personas que viven en la barriada.
La Policía, actúe como actúe, nunca llegará a solucionar los problemas de la barriada, ¿por qué?, porque si no centramos la mirada en formar a estos jóvenes, darles empleo y atenderles no se hace nada. En ninguna barriada hay tanta falta de empleo o fracaso escolar como aquí. Formación,seguridad, empleo... todo tiene que ir de la mano.
Hay gente que antes se dedicaba a lo ilícito y ahora no hace nada porque eso se ha acabado. Yo me río cuando dicen que los tiroteos se producen por repartirse el territorio. Me río por quien viene, de una persona que se supone que dirige el entramado policial... que me diga que las bandas están luchando por el territorio... me río en su cara, así de claro. Esa gente que antes se dedicaba a lo ilícito ya no lo hace y ni puede ir por ese camino ni encontrar un trabajo... se encuentran en una situación caótica. En la Cruz Blanca y en el Polifuncional todos los días hay unas colas impresionantes de gente que necesita dinero para pagar la comida o los recibos. Estamos llegando a un nivel de pobreza muy elevado y ni Delegación ni Ciudad hacen algo por arreglar la situación.
–¿Por qué está saliendo todos los días el Príncipe? Ya hay voces que apuntan a estrategias organizadas y objetivos concretos para que esto se presente así, como un problema.
–Estos son programas electorales -indica Enffedal-...
–¿Hay alguna mano negra con algún objetivo concreto que esté calentando esta situación?, ¿hay algo bajo manga con pretensiones electorales?
–Si ahora se habla tanto, tanto programa, tanto proyecto, tanto tal... algo debe de haber. No es normal -continúa Enffedal-. Lo he dicho antes... roban un bolsa y eso es algo que pasa una vez en 30 años y se monta lo que se monta... cuando en Madrid pasa un montón de veces al día... son muchas cosas.
Mira qué pasó con el tema del autobús -añade ‘Kamal’-. Todo eran problemas, intervino la brigada cívica acompañando al autobús. Se llega a ese acuerdo y la cosa funciona, ¿por qué? porque igual en vez de utilizar la fuerza utilizan medios más cívicos, hablando con estos niños, convencerles... ya se terminan los problemas en el autobús. Con decisiones así se ve que la solución no es la fuerza, hay que compensar el nivel de contundencia con el civismo y eso es lo que funciona.
Si la brigada cívica aumenta, tiene más competencias y asume más actuaciones en la barriada, las cosas irían mejor. Estamos siempre con una inestabilidad año tras año porque no somos municipales cuando la labor tendría que ser continua. Siempre estamos, todos los años, con una incertidumbre sobre qué pasará.
Ahora se están haciendo muchas labores, acompañando los autobuses, servicios sociales, Urbaser y no está habiendo problemas. Con nosotros no hay problemas, aunque tampoco piensen que somos guardaespaldas de nadie porque igual que pueden atacar a estas personas nos pueden atacar a nosotros. No somos policías, ni tenemos armas. Lo único que podemos mostrar es civismo, poner los medios para que todo funcione con normalidad, más esfuerzos no podemos hacer.