Es muy posible que el comité ejecutivo del Partido Popular nombre en las próximas semanas a un coordinador general que se dedique casi en exclusiva a la actividad diaria del partido.
Es una de las cuestiones que se abordaron en el análisis sobre los resultados electorales que se produjeron el pasado domingo en la reunión del lunes por la tarde, pero donde más se incidió fue en un encuentro que se fraguó en el despacho del presidente de la Ciudad unas horas antes y en el que participaron el propio jefe del ejecutivo, a la sazón presidente regional del Partido Popular; la consejera de Presidencia, Gobernación y Empleo y también secretaria general del partido, Yolanda Bel; el consejero de Economía, Hacienda y Recursos Humanos, vicesecretario general de Comunicación y coordinador de la última campaña electoral, Emilio Carreira y el delegado del Gobierno y presidente del comité electoral del Partido Popular, Francisco Antonio González Pérez.
En el análisis que se puso encima de la mesa se vio la necesidad que existe de que el partido cuente con una mayor vida interna, circunstancia harto difícil, a pesar de los esfuerzos ímprobos por parte de la secretaria general y del conjunto de los vicesecretarios, ya que todos ellos tienen cargos públicos en el Consejo de Gobierno y en la estructura de la Asamblea, o como en el caso de Francisco Márquez, diputado en en Congreso. Se entiende que a un año de las elecciones autonómicas se necesita una revitalización de la formación a un nivel que es imposible para quienes tienen responsabilidades de gobierno y se deben dedicar en cuerpo y alma a sus competencias en el Gobierno y en la Asamblea.
Se estuvo hablando de cuales deberían ser las responsabilidades de este coordinador general y se vio por encima el perfil de esta persona, aunque no se llegó a exponer quien o quienes podrían ser los candidatos a ocupar esta responsabilidad.
Orgánicamente el coordinador general, que es una figura que ya se ha utilizado en ocasiones anteriores en la estructura del partido, estaría inmediatamente por debajo de la secretaria general y por encima de los respectivos vicesecretarios generales.
El trabajo de este coordinador general, siempre que se encuentre la persona idónea para ello, se centraría en mantener un contacto permanente con los afiliados de la formación, así como el recibir las quejas de los mismos, de manera que la sede esté abierta el mayor tiempo posible, a la vez que reuniones con colectivos y asociaciones, transmitiendo al Gobierno y demás cargos institucionales las ideas de todos ellos.