La Cofradía del Santo Entierro realizó el Viernes Santo su Estación de Penitencia sin ningún tipo de problemas y destacando por encima de todo, que de nuevo pudieron procesionar los dos pasos.
El Cristo fue cargado nuevamente y como ya es tradición en la ciudad por mujeres, pero la Virgen de la Soledad, en esta ocasión salió en un paso de pequeñas dimensiones y en su interior costaleros muy jóvenes, con un capataz que también se estrenaba. La Soledad, en los últimos años ha tenido problemas de costalería, por lo que la Hermandad decidió realizar la Estación de Penitencia en un paso que habitualmente es utilizado para los Rosarios de la Aurora. Estuvo acompañada por la Banda Ciudad de Ceuta y cumplió con la salida procesional de manera solemne. El Cristo del Santo Entierro tampoco tuvo problemas en todo el recorrido. El Comandante General, Sanz Román, en representación de Su Majestad el Rey, acompañó en todo momento a la Cofradía en su Estación de Penitencia. También estuvo presente el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, así como el resto de la Corporación. El Santo Entierro puso el recogimiento al Viernes Santo, con uno de los momentos más emotivos de toda la Semana Santa. El Cristo yacente forma una de las imágenes más bellas de la ciudad. Las marchas fúnebres de la Soledad marcaron el camino de una Madre que llora la muerte de un Hijo, y el desconsuelo de no poder volver a ver.