El proyecto consiste en la demolición del sendero marítimo para restaurar la naturaleza agreste del entorno, la construcción de un acceso que salve el acantilado y llegue al Castillo del Desnarigado y la conexión con el sendero de Ronda, que desemboca cerca de la playa.
Además se pretende cambiar el carácter rocoso de la playa tapizándolo con un tipo de arena gruesa, que se irá reponiendo a medida que pueda ser arrastrada por el oleaje.
Expertos en biología consultados señalaron que el arrastre del material podría suponer un impacto para los ejemplares de Patella ferrugínea, una especie en peligro de extinción que cuenta con su propia estrategia de conservación, existentes en la cala del Desnarigado: “La arena y el enturbecimiento del agua puede suponer un impacto temporal, pero el peligro mayor es que algunos ejemplares sean sepultados durante las aportaciones de arena que se puedan realizar durante las obras”. Hasta ayer, los depósitos de material se encontraban a unos dos metros de las primeras rocas con ejemplares de Patella ferrugínea. La obra para el relleno de la cala ha sido paralizada por falta de material tras haberse empleado los 2.000 metros cúbicos que se habían acopiado.
El técnico del Ministerio de Medio Ambiente, Vicente Carrión, señaló que el trabajo se estaban realizando en coordinación con la Ciudad y que el viceconsejero de Servicios Urbanos y Dotación en Barriadas, Gregorio García Castañeda, se había personado el pasado miércoles en la obra para evaluar el desarrollo de los trabajos: “Esas rocas que tienen ejemplares de Patella están localizadas y se van a respetar. La Ciudad tienen conocimiento de que estamos trabajando y ha habido contactos con Obimasa”.
Beneficios
Carrión alegó que “en toda obra hay un benificio mayor y un perjuicio menor. En la playa de Fuente Caballos se ha producido una rehabilitación medioambiental completa del entorno costero que se encontraba muy degradado. Había zonas que eran verdaderos vertederos”. Además sostuvo que las constucciones artificiales se convertían en un hábitat adecuado que la Patella colonizaba en poco tiempo: “En el dique del puerto de Melilla se han contabilizado entre 5.000 ó 6.000 ejemplares mientras que en el resto de las playas y entornos naturales no había ni una porque la gente las arrancaba. Creando un sitio limpio, pronto se plaga de Patella, como por ejemplo en los espigones de la playa del Chorrillo. Calculo que con la obras que se han hecho en Ceuta se ha favorecido la cría de unos 50.000 ejemplares”.