El número de usuarios de los buses urbanos ha caído un 20% en 6 años

La concesionaria del servicio en Ceuta, la empresa ‘Hadu-Almadraba’, transportó el año pasado a 5,19 millones de viajeros.

La concesionaria del servicio público de transporte en autobuses urbanos, la empresa ‘Hadu-Almadraba’, transportó durante el año pasado en la ciudad autónoma a un total de 5,195 millones de viajeros, algo más de un 20% menos que en 2009, según los datos aportados anualmente a la Administración local por la compañía.
Hace seis años la empresa transportó a 6,5 millones de personas en sus distintas líneas y solamente entre 2014 y 2015 perdió más de 100.000 pasajeros.
Con esos números, ‘Hadu-Almadraba’ traslada a diario a algo más de 14.200 viajeros cuando en 2009 la cifra se acercaba a los 18.000, casi 4.000 más por jornada.
Hace algo más de un mes, la adjudicataria del servicio, cuya concesión vence en 2019, alertó al Ejecutivo local de que el equilibrio económico-financiero de la misma está “en peligro”.
Entre los reproches efectuados por la empresa al Gobierno local está que “las autoridades competentes” no han tomado “medidas” para “solucionar la problemática” que afecta a las líneas 4, 7 y 8, las utilizadas por los usuarios de Reyes Católicos, el Príncipe y el Hospital Universitario, debido a “la situación de la frontera”.
Según la empresa ese contexto, unido a una supuesta deuda por las bonificaciones que el Ejecutivo no está dispuesto a asumir más allá de las cantidades del año pasado, está creando “una situación de inviabilidad económica con las consecuencias que pueden derivar de ella”. “Les rogamos que tomen algunas medidas que contribuyan al restablecimiento económico-financiero de esta mercantil que hagan posible la continuidad con la concesión administrativa, puesta en peligro actualmente”, concluyó la misiva dirigida a la consejera competente, Adela Nieto.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica periódicamente una Estadística de Transporte de Viajeros que no facilita datos sobre la ciudad autónoma. A nivel nacional, durante los últimos cuatro años el volumen de pasajeros transportados en autobuses urbanos en todo el país ha pasado de 145 millones (en enero de 2012) a 134 (durante el primer mes de este ejercicio), un retroceso del 7,5% muy inferior al de Ceuta.

Los billetes, cuatro años congelados en 80 céntimos

La coalición Caballas, que lleva años defendiendo la municipalización del servicio de transporte público en autobuses urbanos, cifró en 2012 en “medio millón de euros anuales” los beneficios que, según sus fuentes, obtenía la concesionaria. El año pasado, en este caso según su gerente, la compañía cerró el ejercicio “casi sin beneficios”. El precio del billete simple permanece congelado en 80 céntimos desde hace cuatro años y el Gobierno que preside Juan Vivas sigue sin tener “voluntad política” para permitir su incremento en cinco céntimos, como pide cada año ‘Hadu-Almadraba’, cuyos ingresos en billetes rondan los 4 millones anuales.

La concesión vigente, de 50 años de duración, vence en 2019

La prestación del servicio de transporte urbano es obligatoria para municipios de más de 50.000 habitantes, según establece la Ley de Bases de Régimen Local. Un Reglamento comunitario  de 2007 estipula que la duración de los contratos de servicio público “no podrá superar los diez años para los servicios de autobús o autocar y 15 años para los servicios de transporte de viajeros por ferrocarril u otros modos ferroviarios”. Solo “en caso necesario y, habida cuenta de las condiciones de amortización de los activos, la duración del contrato de servicio público podrá prolongarse durante, como máximo, la mitad del período original”.
Descartada su municipalización, como han reivindicado reiteradamente Caballas y ahora también el PSOE, por parte del Gobierno del PP, la nueva concesión, que se pretende empezar a perfilar a partir del próximo año, será mucho más corta que la actual, que ha alcanzado medio siglo de duración.
La prestación puede llevarse a cabo con gestión directa, a través de un servicio municipal o mediante la creación de una empresa pública, o adjudicando una concesión a una empresa privada mediante el preceptivo concurso. En este último caso cabe una sociedad mixta, una concesión a riesgo y ventura del empresario, gestión interesada (Administración  y empresario participan de los resultados) o un concierto.