Las obras de recuperación de la zona cercana a Juan XXIII, que el pasado año sufrió importantes desprendimientos por las fuertes lluvias, ya se han retomado tras el parón de semana de Feria que la construcción lleva a cabo anualmente en esta fecha. La Delegación del Gobierno, a través del Área Funcional de Fomento, está acometiendo estos trabajos que en un plazo aproximado de dos meses estarán concluidos, según estimaciones de su director, Jesús Padillo, “a pesar de que tenemos de plazo hasta finales de año para finalizarlos”, apunta.
La recuperación de la carretera dio comienzo hace quince días y, actualmente, se está acometiendo la sustitución de la red de saneamiento y abastecimiento.
Las tareas encaminadas a evitar que se produzcan futuros desprendimientos de rocas en la zona dependen de la Ciudad Autónoma, aunque desde la Administración Central se encargarán de levantar un nuevo muro de contención, ya definitivo, ya que el actual se colocó de manera provisional. El actual muro es de hormigón prefabricado tiene unas dimensiones de 2,5 metros de alto y ancho y encaja con unas vigas colocadas en el suelo, ancladas a un metro de profundidad, que ha logrado cumplir su objetivo conteniendo los desprendimientos de rocas y piedras que se han producido en varias ocasiones.
La Delegación del Gobierno ya llevó a cabo trabajos de limpieza y acondicionamiento en la carretera nacional N-352, que obligó a limitar la circulación entre el cruce de la avenida de San Juan de Dios con la avenida Martínez Catena y hasta la barriada Juan XXIII, a un solo carril que, en su día funcionó alternativamente en ambas direcciones.
Por otra parte, la actuación en el Paseo Marítimo está “prácticamente finalizada”, según apunta Padillo, a falta únicamente de los maceteros y plantas que decorarán el recorrido. Al margen de este mobiliario, también restaría la acometida eléctrica y de riego.