El secretario general del PSOE, José Antonio Carracao, acuñó el martes el término manoseo para definir el, a su juicio, extraño vínculo que une al jefe del Ejecutivo local, Juan Vivas, y al diputado de Caballas Juan Luis Aróstegui. El líder socialista censuraba así, en la línea de lo que ya había denunciado en los últimos meses,
que la primera autoridad de la Ciudad despache con tanta asiduidad con el primer partido de la oposición, al que también culpó de la retirada del proyecto de reforma del sector público empresarial. “Todo es fruto del manoseo de Vivas con Aróstegui”, que según Carracao se habrían reunido el lunes, antes de convocar a los sindicatos y a la Junta de Portavoces, “para deshacer lo que habían acordado hace meses”. Esa conclusión ha provocado, durante los últimos días, un auténtico rifirrafe en las redes sociales entre los representantes de ambas formaciones.
El presidente de la Ciudad tachó ayer el comentario de “un tanto soez” y de “término poco adecuado”, algo que achacó a “una inconsistencia propia de la inmadurez”. También le reprochó la abstención de su partido en el pleno que dio luz verde al plan de reestructuración, porque es “una posición bastante ambigua en la que lo que se pretende es quedar bien con todo el mundo. Si sale bien el asunto, se dice ‘no lo obstaculicé’. Y si sale mal, se dice ‘ya lo dije yo”. Un posicionamiento que, entiende Vivas, “tiene escaso recorrido y que, al final, tiene también un escaso reconocimiento por parte de la mayoría de la ciudadanía”.
Frente a esa opción, la de Caballas. El presidente de la Ciudad considera que el grupo que lideran Mohamed Ali y Juan Luis Aróstegui ha actuado, “con toda sinceridad, de forma mucho más responsable que el Grupo Socialista”. Una actitud que no duda en considerar “más madura y más acertada” que la de los socialistas, porque “hay cuestiones en las que todos debemos hacer un esfuerzo especial por llegar al consenso”.
Vivas entiende que la posición “más constructiva” de Caballas, en contraposición con la crítica desmedida de los socialistas, contribuye al objetivo global de “definir una estructura organizativa de la Ciudad”, algo que no atribuye sólo al Partido Popular, ni siquiera al Gobierno, sino que es “cuestión de todos los ceutíes, de quien gobierne hoy, pero también de quien lo haga mañana”. Tal y como manifestó ayer en los micrófonos de Cope Ceuta, la institución que preside necesita en estos momentos “transmitir una sensación de tranquilidad y de seguridad, porque es bueno que los funcionarios y trabajadores públicos tengan la tranquilidad de que tienen garantizado su empleo, esté quien esté al frente del Gobierno de la Ciudad”.
Satisfecho con el respaldo de los sindicatos
Además de destacar la crítica constructiva del Grupo Caballas, Vivas celebró también ayer que la decisión de aparcar de forma definitiva el proceso de reestructuración del sector público haya contado con el aval de los representantes de los trabajadores, que coincidieron con el Ejecutivo en que “no era conveniente arriesgarse” a un largo pleito en los tribunales. El presidente subrayó que no habría dado marcha atrás “sin ese apoyo”, porque los sindicatos “cumplen una función necesaria y son el vehículo para canalizar el pensamiento de los trabajadores”. De ahí que éstos fueran los primeros en ser sondeados, dando su visto bueno.