Puente asimétrico, puente largo, pero puente al fin y al cabo es el que hemos de cruzar hasta vislumbrar un gobierno ¿estable?
En primer lugar el capricho del Presidente del Gobierno que mediante el Real Decreto 977/2015 de 26 de Octubre de 2015 de disolución del Congreso y Senado convocó elecciones para el 20 de Diciembre al mismo tiempo que fijaba el 13 de Enero de 2016 como fecha para la reunión constitutiva de las nuevas Cámaras. ¿Por qué 23 días perdidos desde el 20 de Diciembre? Seguramente por la cantidad de fiestas que existen entre esas fechas lo que se hubiera evitado adelantando las elecciones al menos dos meses antes por todo lo que además viene después. El primer ojo del puente tiene una extensión de 23 caprichosos días.
Después de constituidas las Cámaras, el Presidente del Congreso adquiere mucha relevancia debiendo presentar al Rey las listas, previamente consensuadas de los partidos con los que debe iniciar conversaciones para su posible presentación de candidaturas a la Presidencia del Gobierno. No siempre le han sido presentadas al rey todas las opciones. Así en 1981, para la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, tras la dimisión de Adolfo Suárez, el Rey Juan Carlos no llamó ni a Juan María Bandrés de Euskadiko Ezquerra, ni a Blas Piñar, de Fuerza Nueva. En 1986, el Presidente del Congreso, Félix Pons, excluyó de las consultas a los diputados de Herri Batasuna y a los diputados del Partido Demócrata Popular que habían concurrido a los comicios en coalición con Alianza Popular y que tras la derrota decidieron formar grupo parlamentario propio. Este ojo central del puente puede ser el más largo o puede ser corto, al estar gobernado por el artículo 99 de la Constitución ya que no se determina su duración. Después de cada renovación del Congreso de los Diputados ”el Rey, previa consulta con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno.” Por lo tanto es este el periodo en el que debe el rey dialogar con los representantes de los grupo parlamentarios mayoritarios, ya que son los únicos susceptibles de poder conformar un gobierno por lo que podría no hablar ni con Ezquerra Republicana, ni con la variante de Convergencia, ni con Izquierda Unida ni Bildu. Es decir probablemente reducirá el dialogo a los representantes del Partido Popular, PSOE, Podemos y Ciudadanos, si no lo hiciera así, porque el Rey quisiera conocer la opinión de todos los grupos parlamentarios con objeto de poseer una mejor y mayor información, el periodo de tiempo se alargaría en mi opinión inútilmente. Pero aquí la discrecionalidad del Rey es total. Al no haber mayoría absoluta, el Rey podría incluso hacer de intermediario entre las distintas fuerzas políticas para proponer la persona que mayor aceptación pudiera tener. Aunque las consultas sean entre los representantes de los partidos que han obtenido representación parlamentaria, el Rey podría incluso proponer un candidato de consenso independiente y aunque esto no haya sucedido nunca no hay porqué descartarlo. ¿Cuánto puede durar este período? No se puede saber porque al Rey tampoco se le fija un plazo ni fecha para comenzar las consultas, aun cuando se suponga que puedan comenzar desde el momento en que el Presidente del Congreso le presente la lista anteriormente citada. En circunstancias normales de dos partidos mayoritarios la media de tiempo entre la propuesta del Rey y la investidura del presidente en las elecciones celebradas desde 1977 es de once días, siendo el plazo más corto el logrado por Adolfo Suárez en 1979 con tres días y el más largo José María Aznar en 1996 con 20 días .Si tomásemos un periodo de 15-20 días nos iríamos hasta fin de Enero comienzo de Febrero hasta la fecha en que se vote al candidato propuesto a presidente del Gobierno. Este sería el ojo central del puente, desde el 13 de Enero hasta final de mes o comienzo de Febrero. Pero puede ocurrir que si el Rey decide en primera instancia que Rajoy forme gobierno, éste dilate las negociaciones, bien por interés personal (ahora llamado “altura de miras”) o bien por que no tenga los apoyos necesarios para la abstención de los partidos en su investidura, con lo cual no se procedería a votación alguna debiendo en ese caso pasar el testigo a la siguiente fuerza más votada. En fin, el plazo de tiempo de este segundo ojo puede ser bastante más largo de lo inicialmente previsto y esto sin tener en cuenta los problemas que puede haber en los partidos con motivo de las disensiones surgidas por los malos resultados como ya están ocurriendo en el PSOE. El caso es que este plazo se cerrará el día de la primera votación, sea cual sea el resultado.
El tercer ojo del puente es automático, reflejado en el antes citado artículo 99.5 de la CE.” Si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votación de investidura, ningún candidato hubiera obtenido la confianza delo Congreso, el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones generales con el refrendo del Presidente del Congreso.” Si se agota todo el tiempo, según las previsiones hechas este ojo terminaría el tres de Abril. Por lo tanto desde el 20 de Diciembre al 3 de Abril habrían transcurrido casi tres meses y medio, casi tres meses y medio de gobierno en funciones a lo que hay que añadir el periodo hasta que se convoquen nuevas elecciones generales que podrían ser a finales de Abril o de Mayo. Casi medio año sin gobierno, y otro puente de tres ojos.
En Estados Unidos de América del Norte, el Presidente es elegido el 8 de Noviembre y el 1 de Enero siguiente toma posesión de su cargo. En el Reino Unido apenas tardan quince días en la toma de posesión. Verdaderamente ¿hemos de soportar una travesía con un puente tan largo? Por supuesto habría que reformar la CE para anular el plazo de dos meses, pero también el Presidente debe convocar las Cámaras una vez finalizado oficialmente el escrutinio de los escaños.
Pero ¿Cuáles son las posibilidades que tienen? Cualquiera de los dos candidatos tiene como objetivo la abstención del otro o de los otros en la sesión de investidura. Siguiendo con el precitado artículo 99 ”Si el Congreso de los Diputados, por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros, otorgase la confianza a dicho candidato, el Rey lo nombrará Presidente. De no alcanzarse dicha mayoría, se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, y la confianza se entenderá otorgada si obtuviera la mayoría simple” Si se mantienen ambos candidatos respectivamente en el PP y en el PSOE, en el caso del candidato Rajoy con 122 escaños la única posibilidad es un pacto para las abstenciones en segunda vuelta es decir 48 horas después de la primera votación, de PSOE y Ciudadanos, su electorado no entendería otro pacto. En el caso del candidato Sánchez del PSOE, su pacto con Podemos no bastaría con la abstención de este partido, debería tener una implicación mayor votando a su favor en segunda votación, además de la abstención de Ciudadanos y 9 votos más de los grupos residuales, en caso contrario no tendría votos suficientes para su investidura.
La bolsa española ha tenido un descenso vertiginoso en 2015 con el 7,15% de pérdidas después de dos años consecutivos de ganancias, por la inestabilidad del país, siguiendo el modelo de Grecia (que pierde un 26 %). El resto de países europeos así como USA y Japón han obtenido beneficios como resumen final de 2015 en sus bolsas alcanzando en algunos casos hasta los dos dígitos, Francia (CAC 40, 11,9%), Japón (Nikkei 11%) y en USA (Nasdaq 100, 7,1 %); Alemania (Dax 9,6%) Italia y Portugal han recogido beneficios. Aunque se quiera culpar a China o a la caída del petróleo esas vicisitudes también las tenían el resto de bolsas europeas .Ni siquiera las políticas expansivas del BCE han podido contener la sangría a los ahorradores españoles. Las elecciones durante todo el año y principalmente el resultado de las generales han sido el verdadero motivo del descalabro bursátil ante la duda del cumplimiento de las reformas exigidas y el cumplimiento del déficit, por lo que para este año, sugiero a los ahorradores que se dediquen a pescar y guardar la ropa o a invertir en ladrillo.
Si no se alcanza un pacto de gobierno y hemos de atravesar nuevos puentes de tres ojos en 2016, presumo que no se alterará sensiblemente el panorama político si existiera una mayor abstención fruto de la falta de ilusión y más si los candidatos de los dos principales partidos no cambian de estrategia y a sus líderes. ¿Estaremos de nuevo ante el país que muere y otro que bosteza, la España de Antonio Machado? Como diría el otro sobre los políticos que nos gobiernan ¡Vaya tropa!