Tras la caída de la marroquí de 68 años (que aún sigue ingresada con múltiples fracturas en el Hospital y que presumiblemente será operada hoy) y la constatación de que el hueco de la escalera sigue siendo utilizado para enlazar el Tarajal con el Príncipe, ayer se tomó la determinación de colocar una amplia valla metálica para impedir nuevos tránsitos hasta que las instituciones adopten una medida paralela. De esta manera, la única conexión posible tendrá que seguir siendo por el monte o por la carretera que rodea la entrada al Príncipe. El objetivo es evitar más siniestros y terminar con una práctica que puede tener peores consecuencias de las ya conocidas. Mientras la herida recibe la visita de vecinos del lugar y ciudadanos anónimos que se interesan por ella. Solo quiere que se le “devuelva la salud” para seguir trabajando y se muestra muy agradecida al Ingesa.
Por otra parte, el PDSC ha emitido una nota de prensa para denunciar la situación de abandono que hay en la zona y la problemática suscitada.