“El fútbol me lo ha dado todo y me siento bastante orgulloso y agradecido”

Hablar con Andoni Goikoetxea es hacerlo sobre el fútbol. Su trayectoria como jugador y entrenador ofrece la posibilidad de revivir momentos históricos del deporte rey nacional así como de llegar a la conclusión de que nos encontramos ante un ex futbolista que siempre ha vivido en la élite en las filas de su Athletic y del Atlético de Madrid.

Andoni Goikoetxea ha escrito sus propias páginas a base de entrega, lucha y pundonor. Primero lo hizo en los terrenos de juego como uno de los centrales que marcaron una época, luego defendiendo los colores de la selección española y posteriormente en los banquillos como entrenador.
Aunque muchos recuerdan su entrada y posterior lesión a Diego Armando Maradona, los entendidos saben que ésto fue sólo una anécdota dentro de su trayectoria. Sus títulos, sus goles y sus logros dejan en un segundo plano esta “mancha” que han querido colocarle algunos a un vizcaíno con el que dialogar sobre el fútbol es un auténtico placer.
–¿El fútbol siempre ha corrido por tus venas?
–Empecé de niño, con cinco o seis años, cuando era el único deporte que se practicaba, si bien me inicié de forma ordenada en el Chiquilarra con torneos no federados donde jugábamos los domingos contra los otros pueblos. Luego jugué en el Argullo, que era un equipo de mi localidad natal, en plan federado y el primer año fuimos subcampeones de Vizcaya en infantiles.
–¿Es verdad que hiciste una prueba con el Real Madrid?
–Sí, cuando tenía quince años me quiso fichar y pasé una prueba pero cuando el Athletic se enteró de la situación hablaron con mi padre y me firmaron unas semanas después.
–¿Se inicia ahí una de tus etapas más gloriosas?
–Sí, con dieciocho años ya era profesional en Primera División y estuve hasta el 1987, es decir, trece temporadas hasta que firmé con el Atlético Madrid durante la presidencia de Jesús Gil.
–Recuerdos tendrás para rellenar muchos álbum, ¿no?
–Sí, he pasado distintas épocas en el Athletic con compañeros como Iribar, Astrain, Madariaga, Guisasola y los hermanos Rojo, luego viví otra época donde logramos los dos títulos con Javier Clemente en el banquillo y finalmente viví la tercera etapa con Andrinúa y otros. En el Atlético de Madrid coincidí con Futre, López Ufarte, Julio Salinas, Alemao, Arteche y Abel en un momento donde ganamos 0-4 en el Bernabéu.
–Sin embargo una lesión te hace no triunfar con los madrileños, ¿no es así?
–Efectivamente, nunca tuve ninguna lesión y en el Atlético sufrí una en el tendón de Aquiles, me operé en Madrid y en Finlandia hasta que decidí colgar las botas con treinta y tres años, aunque por aquel entonces ya tenía los dos primeros niveles como entrenador. La lesión me perjudicó mucho.
–¿Siempre has jugado en la posición de central?
–No, empecé de interior, luego en el centro del campo y al final me quedé como central. Sin embargo, sigo siendo el futbolista del Athletic, en la posición de defensa, que más goles ha metido en la historia del club con unos 40 tantos oficiales y no todos de penalti. Al principio me gustaba hacer goles pero en Primera siempre he sido defensa.
–¿Es verdad que no debutas como central sino como lateral?
–Sí pero fue una casualidad porque Félix Zubiaga se lesionó y el entrenador, Rafa Iriondo, me puso en esa demarcación. Yo estaba el sábado en Lezama, se produjo el percance de Zubiaga, el entrenador me preguntó si había jugado alguna vez de lateral y me quedé frío porque tenía dieciocho años y me dijo que jugaría al día siguiente en ese puesto. Es un partido que nunca olvidas, es imborrable. Fue un partido de Copa ante la Real Sociedad, a la cual eliminamos.
–¿Te lo dio todo el Athletic?
–Sí, en Lezama me formé como jugador y como persona, por lo que todo lo que tengo se lo debo a esta escuela.
–¿Por qué decides un día dejar el club de tu vida?
–Por una oferta que no podía rechazar. Yo había tenido una del Real Madrid pero no me pude ir porque entonces había derechos de retención pero luego pensé que había cubierto una etapa de muchos años en el Athletic y me gustaba cambiar de ambiente. Recuerdo que fuí el segundo fichaje de Jesús Gil después de Paolo Futre.
–¿Fue traumático el momento de decidir colgar las botas o lo tenías decidido?
–Para nada, no noté ese cambio porque seguía haciendo lo mismo aunque desde otro lugar, es decir, no empecé de albañil o médico sino que siempre he estado metido en el fútbol. La retirada fue meditada porque terminaba contrato con el Atlético de Madrid y decidí  dejar de ser jugador.
–¿Cómo fue tu salto al banquillo?
–Jesús Gil me hizo una oferta para seguir como entrenador pero me fuí al Athletic con los juveniles en División de Honor aunque un año después me llamó Javier Clemente al ser nombrado seleccionador y estuve con él cuatro años.
–39 veces internacional absoluto y 4 goles ¿Buena etapa en la selección española?
–Fue fantástica, empecé con Miguel Muñoz como seleccionador y recuerdo el 12-1 a Malta que nos clasificó para la Eurocopa del 84 cuya final me perdí por una lesión con Alemania. También me acuerdo del Mundial de México, sobre todo el 5-1 a Dinamarca con los cuatro goles de Butragueño y el tercero mío de penalti, el cual fue fundamental para mantener la diferencia en el marcador.
–¿Y como ayudante de Javier Clemente?
–Estuve como segundo en el Mundial de Estados Unidos que todos recordaremos por la agresión a Luis Enrique en Boston en un partido que nunca tuvimos que perder contra Italia. Luego estuve en el Europeo de Inglaterra donde también nos eliminaron inmerecidamente.
–Numancia, Hércules, Racing, Salamanca .. ¿Con qué te quedas de tu etapa como técnico?
–En el 96 me fuí al Salamanca, con el que ascendí a Primera, luego estuve en el Compostela con Caneda y en el Numancia donde todavía se conserva el único año que el equipo se mantuvo en Primera. Posteriormente firmé en el Racing, en el Rayo Vallecano y en el Hércules, donde hicimos una de las mejores temporadas de su historia. Me quedo con todo porque no puedes quitar nada.
–¿Existen los centrales de la vieja usanza?
–Las comparaciones son odiosas pero siempre estará el Sergio Ramos, Piqué, Puyol o Amorebieta. La pareja que hice con Lizaranzu en el Athletic es imborrable y en la selección con Antonio Maceda, pero el fútbol no ha variado, sólo hay más medios de comunicación.
–¿Qué mensaje le darías a la afición ceutí?
–Sólo que estamos luchando por el objetivo del ascenso, vamos a poner todos nuestros medios y, pase lo que pase, trabajaremos con ahínco. Luego veremos sin cantamos de alegría o terminamos llorando de pena.

Un palmarés con mucha gloria

Andoni Goikoetxea Olaskoaga (Alonsótegui -Vizcaya-, 23 de agosto de 1956) debutó con el Athletic Club en mayo de 1975 en un partido de Copa del Rey ante la Real Sociedad.
Su debut en liga se produjo el 7 de septiembre de 1975 en un encuentro contra el Salamanca, donde los bilbaínos perdieron por dos goles a uno.
Con el Athletic estuvo hasta la temporada 1987 logrando dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa de España. Jugó un total de 311 partidos con los bilbaínos y marcó 35 goles.
En el 1990 firmó con el Atlético de Madrid, siendo el segundo fichaje que realizaba el recién aterrizado presidente rojiblanco, el desaparecido Jesús Gil.
Con los madrileños estuvo tres temporadas pero sufrió una importante lesión que le hizo jugar muy poco.
Se retiró con 33 años con un total de 322 partidos jugados en Primera División.
Con la selección fue campeón de Europa sub’18, subcampeón de Europa sub’21 y cuatro en el Mundial sub’20 en Qatar mientras que con la absoluta jugó 39 partidos y marcó 4 goles, participando en el Mundial de México’86 así como en la Eurocopa de Francia 84.
Al retirarse del fútbol, inicia su etapa como entrenador estando desde 1992 a 1996 como segundo de Javier Clemente en la selección absoluta, interviniendo en el Mundial del 94 en Estados Unidos y en la Eurocopa del 96 en Inglaterra.
Posteriormente inició su etapa en los banquillos. Salamanca, Compostela, Hércules, Racing, Rayo Vallecano y Numancia, sus clubes.

La entrada a Diego Maradona

Una entrevista a Andoni Goikoetxea debe tener una referencia a la entrada a Diego Maradona el 24 de septiembre de 1983 que apartó al astro argentino cuatro meses de los terrenos de juego. Por esta entrada, el periódico”The Times” le nombró como el “tipo más duro” de la historia del fútbol.
“Cuando me preguntaron por primera vez por ésto dije que The Times era un periódico de prestigio que en la sección deportiva andaba muy mal porque no conocían nada pero luego, en tono jocoso, decía que ser primero del mundo en algo debía ser muy importante, aunque luego me pusieron tercero en la lista”, nos cuenta.
Por ello, indica: “tuve la mala suerte de estar en un sitio inoportuno en un momento dado pero Maradona estuvo tres meses lesionado, luego fue a Italia y ganó varias veces el título con el Nápoles, fue al Mundial del 86 y quedó campeón del mundo, es decir, Maradona no murió con esa entrada no terminó su carrera, siguió siendo el mejor”.

“Me gustaría hacer un proyecto mío en el Ceuta el próximo año”

Su etapa en el AD Ceuta, la primera en Segunda B, no la considera un paso atrás y dice que no le disgustaría seguir el próximo año en el caso de que el equipo no logre el objetivo del ascenso.
Sobre su llegada a la ciudad, Goikoetxea nos dice: “no es un paso atrás porque esto es fútbol. He venido a una ciudad importante, muy futbolera y con una necesidad imperiosa de ascenso que no ha logrado su objetivo, quizás por no tener la paciencia necesaria”.
Reconoce que nunca había cruzado el Estrecho. “No había estado nunca, el 15 de diciembre del pasado año fue la primera vez que venía y me ha sorprendido porque es bonita, limpia, multicultural, la gente es amable, a veces te reconocen por la calle y, por lo menos hasta ahora, a mí me tratan fantásticamente”.
¿Sería un fracaso no lograr esta temporada el ascenso?. Así responde: “si no se consigue no sería un fracaso porque cuando se trabaja y se intentan hacer las cosas bien sería un objetivo no cumplido, si bien la diferencia entre el éxito y el fracaso es mínima”.
En el supuesto de seguir el equipo ceutí en Segunda B la próxima temporada, no descarta continuar en el banquillo local: “me encantaría que valoraran mi trabajo y hacer un proyecto mío y nuevo, es decir, a todos los entrenadores nos gusta comenzar nuevo reto al inicio de una nueva campaña y, por este motivo, sí me encantaría hacer el mío. Sin embargo, todavía no se puede avanzar nada”.