El acuartelamiento Fiscer, situado en la Avenida Ejército Español, es la opción con más posibilidades que ahora mismo barajada la Ciudad Autónoma de Ceuta para trasladar a los menores del centro de ‘La Esperanza’ y los que se encuentran en el Mediterráneo.
Lo cierto es que no hay muchos edificios en nuestra sirva que deprisa y corriendo sirvan para cumplir con la orden emanada de la Fiscalía para que en el plazo de dos meses se inicie el cierre de ‘La Esperanza’, de acuerdo con las recomendaciones emanadas de un informe del Defensor del Pueblo.
La idea, tal y como publicó este periódico en su edición del pasado domingo, es solicitar una moratoria por parte de la Ciudad Autónoma a la Fiscalía, una vez que se le comunique cual será el lugar elegido y se de el visto bueno.
Porque claro, para la utilización del Fiscer, en primer lugar, se necesita que el nuevo gobierno tome posesión de sus cargos y que luego se haga la oportuna petición por parte de la Ciudad Autónoma al Ministerio de Defensa.
No olvidemos que debería ser una cesión gratuita por un espacio de tiempo, dentro de la filosofía que quiere aplicar ahora el equipo de gobierno de manera que para infraestructuras que se consideren de interés público haya cesiones sin coste alguno por parte del departamento ministerial y más tenieno en cuenta las especiales circunstancias de Ceuta.
Hay que recordar que el Fiscer, junto con el Fuentes Pila y el Brull formaban parte del protocolo que firmaron hace casi dos años la Ciudad Autónoma y el Ministerio de Defensa, del cual el equipo de gobierno cada año iba a ir comprando una de estas parcela al ramo militar. Sin embargo, el agudizamiento de la crisis económica obligó a que nada más se pudiera comprar el Brull por un valor cercano a los diez millones de euros aproximadamente.
Se quiso comprar parte para un colegio
Una vez que se descartó la posible compra por mor de la crisis hubo una nueva negociación ante la necesidad que tenía el Ministerio de Educación de una parcela para construir un centro escolar. Entonces se llegó al acuerdo con Defensa para adquirir únicamente unos quince mil metros cuadrados que era lo necesario para ese colegio y el precio estaba alrededor de un millón de euros aproximadamente. Pero al final no hubo un interés directo por parte del ejecutivo de Rodríguez Zapatero.