La Policía encontró al hombre en su casa y asegura que éste utilizó un hacha para intentar atacar a los agentes de la Local.
El Ministerio Fiscal solicitó ayer cinco años de prisión para un hombre acusado de cometer tres delitos: uno de amenazas, otro de lesiones y uno último de atentado. Por su parte, la defensa solicitó la libre absolución de su representado. El magistrado del Penal dos dejó el juicio visto para sentencia. La propia hermana del acusado es la denunciante.
Los hechos que se le imputan al hombre tuvieron lugar el día 8 de enero de este año, sobre las 5.00 horas, en la vivienda familiar en la que ambos hermanos residían junto a sus padres, ubicada en la barriada del Sardinero. Todas las partes coinciden en que el acusado llegó borracho a casa y tuvo una discusión con su hermana, que estaba acostada. A partir de aquí las dos versiones cambian. La acusación sostiene que el hombre amenazó de muerte a su hermana, que la agarró del cuello y le lesionó e incluso que luego se dirigió a su cuarto para coger un hacha que guardaba para amenazar a su familiar. Poco después entraría en juego la Policía Local, que fue avisada por la denunciante. Hasta cuatro agentes se desplazaron hasta la vivienda encontrando al acusado en su cuarto. Según narraron dos de ellos, el hombre intentó agredirles con el arma, lo que provocó que los policías tuvieran que desenfundar sus armas para defenderse. A pesar de ello, los agentes mantuvieron que el acusado se resistió en todo momento a la detención.
Las manifestaciones del acusado fueron en una línea contraria. Negó completamente haber agredido a su hermana y todos los hechos, incluido haber amenazado a la Policía con el hacha. Respecto del arma justificó su existencia diciendo que “todo el mundo tiene un hacha en su casa”. A pesar de ello, y como resumen de lo vivido en el juicio, el acusado hizo uso de la última palabra en el juicio y dijo que era inocente y que “por amenazas incumplidas estaríamos todos en la cárcel”.
El Fiscal aseguró que había pruebas de cargo suficientes para dar por probados los hechos, mientras que la defensa se escudó en que cometió los hechos bajo los efectos del alcohol y las drogas.