La Autoridad Portuaria confía tener lista la obra para sellar definitivamente la ‘rampa del CAS’ en el plazo de un mes, contemplando una inversión de 31.000 euros para que lo que constituía una salida de embarcaciones resulte ya inaccesible. Así consta en el proyecto ya terminado y puesto en marcha por la administración que preside José Torrado y que pretende, entre otras cosas, ganar en seguridad en la zona. Con dicha actuación se forzará a que todas las embarcaciones tengan que salir y entrar obligatoriamente por bocana, existiendo un control e impidiendo los llamados ‘usos inadecuados’ de algunos barcos que nada tienen que ver con las actividades que deben darse en este recinto.
Ya hace unos meses que el Real Club Náutico CAS cuenta con su salida al mar, después de que se le otorgara la cesión de uso del muelle norte del puerto deportivo, lo que le permite potenciar las actividades deportivas de todo tipo. De esta forma se desechaba el uso de la famosa rampa, a la que ahora se le quiere poner el punto y final para evitar que pueda ser utilizada para un trasiego de embarcaciones que nada tienen que ver con los usos puramente náutico deportivos del puerto.
“Ya que esa rampa no la está usando el CAS, porque éste ya dispone de su propia salida para las embarcaciones, lo que vamos a hacer es sellar dicha rampa para evitar, sobre todo, que sea empleada por otro tipo de embarcaciones que no se dediquen a actividades náutico deportivas”, advierte el presidente de la Autoridad Portuaria, José Torrado, que ha apadrinado así una actuación con la que se viene a cerrar un capítulo de la historia de una rampa que ha traído más de un quebradero de cabeza a las fuerzas de seguridad puesto que ha sido usada en demasiadas ocasiones por embarcaciones cuya finalidad era la práctica de actuaciones delictivas.
El paso que va a darse ahora tras el cierre de dicha rampa no es más que el de garantizar que no existirá resquicio alguno para que pueda haber otra vía ajena al control impuesto desde el Puerto a la entrada y salida de embarcaciones. “Ahora todo el tráfico va a estar controlado. Lo que vamos a hacer es suprimir la rampa, rellenarla para hacerla desaparecer, y rematarla con el mismo tipo de escollera que existe en el resto del puerto deportivo”, apunta Torrado, “con lo que va a ser inaccesible para cualquier tipo de embarcación”, concreta.
La memoria histórica guardada celosamente por las fuerzas de seguridad esconde varios episodios de persecuciones, entradas y salidas de embarcaciones, que han tenido como soporte básico esta rampa. De hecho, por allí, por ejemplo, sospecha la Guardia Civil que fue sacada al mar una embarcación que luego sería empleada para el tráfico de inmigrantes.
Con el inicio de esta obra la Autoridad Portuaria salda una deuda pendiente además de haber conseguido dignificar al CAS después de concederle su propia salida.
Una actuación esperada y muy medida plano sobre plano
Con el sellado definitivo de esta rampa, lo que pretende la Autoridad es cerrar el puerto deportivo para evitar que cualquier embarcación que quiera entrar o salir se vea obligada a hacerlo por el mismo punto. Esto, se supone, debe traducirse en un mayor control sobre todo lo que se mueve en torno al puerto deportivo, evitando sorpresas contra las que han tenido que luchar las fuerzas de seguridad. Todavía está en la memoria la mítica ‘Operación Marinas’, que se saldó con el decomiso de decenas de embarcaciones y la tramitación de más de 300 atestados. En el plano que se reproduce figura la obra que se va a llevar a cabo, que terminará alterando lo que es el cierre del puerto como lo conocemos en la actualidad. La rampa, que ya está inutilizada, quedará bloqueada y serpenteada con una hilera de escolleras.