El curso de violencia de género para policías les acerca al ámbito jurídico

El responsable de la Oficina de Atención a la Víctima del Juzgado y una fiscal del nº 4 impartieron sendas conferencias

El ciclo de charlas que el lunes arrancó en la sede de UGT  centrado en la violencia de género y destinado especialmente a miembros del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local continuó en el día de ayer con dos conferencias cuyo cometido fue acercar a los asistentes una visión sobre cómo se trata esta problemática desde un punto de vista jurídico. La jornada arrancó con la exposición del responsable de la Oficina de Atención a la Víctima del Palacio de Justicia, Juan Carlos Aguilera, que desde hace 11 años ha visto pasar por su despacho todo tipo de casos.
Durante su charla Aguilera aseguró que, cuando en un primer momento la mujer llega a su oficina, el primer paso es “informarla y asesorarla bien, porque la mayoría llegan sin tener mucha idea de lo que significa interponer una denuncia por violencia de género”. Por otro lado el funcionario, que explicó que las víctimas pueden denunciar directamente en el juzgado pero que es más rápido que lo hagan en la comisaría, desmitificó la creencia que buena parte de la población tiene acerca de la confesión religiosa de las parejas que denuncian. “Aproximadamente un 60% son musulmanes y un 40% cristiano, de tal modo que la diferencia no es tanta como se piensa”, cuantificó. El número de casos de violencia de género que se dan al año se acercan a los 300, si bien en la oficina se atienden muchos otros asuntos relacionados con separaciones o conflictos entre padres e hijos. En total, dijo, se puede atender a cerca de un millar de personas al año y destacó que, en el tiempo que lleva al frente de este departamento, ha percibido un aumento preocupante de casos de menores que pegan a sus padres. “Bajo mi punto de vista se trata de un problema, por encima de todo, de educación”, consideró.
Aguilera también comentó a los agentes que, porcentualmente, se observan muy pocos casos de violencia “a la inversa”, es decir, de hombres que denuncian a sus mujeres. Como no podría ser de otro modo, los asistentes le preguntaron sobre aquéllos casos que llegan a su despacho y utilizan la ley para persiguiendo otro tipo de intereses. A ese respecto Aguilera confesó que “últimamente, por desgracia, tengo que estar muy pendiente para detectar que no me engañan, lo cual no significa que no existan mujeres maltratadas y hay muchas que ni siquiera se atreven a denunciarlo”. Un dato importante, desde su punto de vista, es que quien realmente está sufriendo maltrato “cuando viene a denunciar no tiene prisa” y recalcó la importancia de que las declaraciones y las denuncias se realicen con tranquilidad para que el caso pueda llegar a buen término siempre tratando de dar con la verdad de lo ocurrido. Un acercamiento a la Oficina de Atención a la Víctima que solventó muchas dudas a los asistentes al curso.

“Se ha incrementado el número de casos respecto a 2011”

La charla conjunta prevista en el programa con la asistencia de la titular del Juzgado de Instrucción número 4, Paloma Gómez, y la fiscal de Violencia de Género, María Arazuri, finalmente contó con la versión de esta última puesto que la jueza se vio reclamada por asuntos importantes en el juzgado. Y es que, tal y como comentó la fiscal, el número de casos este año se ha incrementado de tal manera que se ha alcanzado la cifra del año pasado, 150 sentencias, de tal modo que se prevé cerrar 2012 con unas 200. De todos modos, su punto de vista no careció en absoluto de interés ya que en la charla los agentes aprendieron a diferenciar en qué ocasiones el Ministerio Fiscal considera que se trata de violencia doméstica, violencia de género, si esta ha sido continuada en el tiempo o no, si el agresor ha incidido en otro tipo de faltas o delitos y un largo etcétera. Cada uno con sus condicionantes, tal y como expuso Arazuri.
Tras una breve exposición teórica donde la fiscal comentó los diferentes artículos del Código Penal que hablan sobre las penas a aplicar en cada caso, repartió ocho casos prácticos mediante los cuáles, en base a lo comentado anteriormente, los asistentes tuvieron que razonar cuál sería la petición y posiblemente la sentencia final en cada caso. Especial interés levantó la cuestión del ‘quebrantamiento consentido’ que contempla la legislación desde hace unos años. “Si un juez impone una orden de alejamiento no te puedes acercar, te guste o no. Pero hay casos en los que la mujer manifiesta querer estar con él, propicia ese acercamiento de tal modo que se habla de quebrantamiento consentido y cuando eso ocurre se acusa a ambos imponiéndoles al misma condena”, explicó la fiscal, “en el caso de Ceuta muchas veces se detectan estos casos cuando el matrimonio está intentando, junto en el mismo coche, ir a Marruecos”.
Otra de las cuestiones que le preguntaron los agentes es qué ocurre cuando, judicialmente, se demuestra que la mujer ha mentido y él ha estado incluso durante un período entre rejas injustamente. “Aparte de que a ella se le juzga por falso testimonio, como en cualquier otro delito hay diferentes sistemas para indemnizar porque en tal caso se ha tratado de un fallo”, clarificó Arazuri.
En declaraciones a los medios de comunicación antes de comenzar la sesión la fiscal comentó que las mujeres, inicialmente, denuncian pero que lamentablemente muchos de los casos buscan “dar un tirón de orejas al marido, pero la violencia de género no es eso y quien decide dar el paso debe tener pleno conocimiento de lo que supone”. Asimismo Arazuri lamentó que durante los juicios “nos encontramos con muchas víctimas que se acogen al derecho de no declarar y, ante eso, en ausencia de testigos y pruebas objetivas, no podemos hacer nada y la mayoría de sentencias son absolutorias”.

EL BALANCE DE LOS ASISTENTES: MUY CONTENTOS CON LO QUE ESTÁN APRENDIENDO
El agente del Cuerpo Nacional de Policía, Yasin Mohamed, todavía no se ha encontrado con un caso de presunta violencia de género. Actualmente destinado en la Brigada de Extranjería, sin embargo, asiste al curso porque sabe que si cambia de departamento cualquier día le puede tocar. Por ese motivo se inscribió a un curso del que, considera, está extrayendo muchas lecciones. “Siempre es importante tener conocimiento sobre todos los ámbitos para saber reaccionar y actuar correctamente en cualquier tipo de situación”, opinó Mohamed, “en cualquier momento me pueden cambiar de destino”.
Por su parte, el subinspector de Policía Local, José Manuel Moreno, consideró que esta formación es indispensable para los agentes porque “es una cuestión que está a la orden del día” y, en nombre de sus compañeros, que se muestran muy interesados y participativos en todas las charlas, recordó que saber cómo actuar es vital. “Nosotros o los policías nacionales somos siempre los primeros que llegamos al lugar de los hechos después de una llamada al 112 o a nuestra central, los primeros que tenemos que actuar porque estamos en la calle”, dijo. Formado anteriormente ya en estos asuntos, principalmente en aspectos psicológicos sobre cómo abordar a las víctimas y a los presuntos agresores, considera que este ciclo de charlas ha contemplado un ámbito jurídico muy necesario y bastante desconocido para muchos de los policías.
“Al menos nos toca atender, por nuestra parte, un caso cada semana o cada diez días”, cuantificó el agente de la Policía Local, “sea grave o no el asunto nuestra obligación es actuar en todos los casos”. Unos conocimientos que nunca les vienen mal, máxime si tal y como se dijo este verano la Policía Local termina creando el grupo especializado en violencia de género que se comentó.