Tras permanecer más de dos días en paradero desconocido, el conductor del vehículo que atropelló a la joven marroquí en la madrugada del viernes en la Avenida Cañonero Dato, provocándole graves heridas, se entregó en la tarde de ayer de forma voluntaria a la Guardia Civil.
Lo hizo en torno a las 19:00 en la sede de la Comandancia y en los calabozos de esas dependencias permaneció durante el resto de la jornada del domingo a la espera de que hoy, presumiblemente a primera hora de la mañana, pase a disposición judicial y le sea tomada declaración.
Según ha podido conocer El Faro, el autor del atropello asegura, y así lo hará constar cuando testifique, que los hechos en los que se vio envuelto fueron fruto de un cúmulo de infortunios. El primero, alega, habría sido una distracción al volante provocada por varias de las personas que se apostan a diario junto alas agencias de viajes situadas frente al Centro de Oportunidades de El Corte Inglés para intentar atraer a los viajeros extranjeros de la Operación Paso del Estrecho. Según esa versión, los movimientos de tres de esos comerciales ocasionales –que obtienen comisión por cada billete vendido– sobre la misma calzada le habrían desviado del carril derecho por el que circulaba y obligado a invadir el izquierdo de forma brusca.
Justo en ese momento, siempre según la reconstrucción del conductor, habría aparecido la joven entre los maceteros que coronan la mediana. Es ahí donde la versión del acusado del suceso aporta un dato novedoso: asegura que el accidente no se produjo en el paso del peatones, sino unos metros delante, por lo que la joven marroquí según esa versión habría cruzado por un punto indebido, algo que deberá ahora determinar la investigación abierta. En su defensa, alega que la mujer arrollada “apareció de pronto” y accedió a la carretera, sin que pudiera esquivarla.
El hombre, con una detención anterior por otro delito contra la seguridad vial, incluso manifiesta que no tuvo tiempo de ver qué había golpeado, desconociendo en un primer momento si se trataba de una persona o de algún animal que había cruzado la vía. Sólo se percató de que sobre la calzada había “un bulto negro”. Al detenerse y aparcar a un lado de la carretera, se percató de que acababa de atropellar a un peatón y comprobó que alrededor del cuerpo comenzaba a arremolinarse un buen número de personas. En esos instantes, asegura, siente miedo, se asusta por lo ocurrido y decide arrancar de nuevo y huir, sin percatarse del error que estaba cometiendo y de sus más que probables consecuencias legales. Posteriormente abandonaría el vehículo en las 108 Viviendas.
Según su entorno cercano, en esas más de 48 horas que transcurrieron desde el suceso hasta su presencia voluntaria en las dependencias de la Guardia Civil permaneció en Ceuta, “encerrado, temeroso y preso del miedo” por el acto que acababa de protagonizar. Tras asumir que no podía continuar ocultándose y de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad le buscaban desde hacía dos jornadas, optó por entregarse ayer en la Comandancia de la barriada San José (Hadú).
El juzgado que asuma el caso deberá determinar hoy, tras tomarle declaración, si prorroga su detención o si queda en libertad con cargos. También sopesará si en su decisión pesa más el agravante de haber abandonado el lugar del suceso con omisión del deber de socorro o el atenuante de la presentación voluntaria en la Comandancia de la Guardia Civil. Testigos de los hechos aseguran a El Faro que el accidente fue aparatoso y que la joven arrollada cayó sobre el parabrisas delantero del vehículo antes de caer al suelo. Hasta el lugar acudieron, a los pocos minutos, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil. Una ambulancia del 061 fue la encargada de trasladarla hasta el Hospital Universitario.
La víctima, estable dentro de la gravedad
La marroquí de 34 años víctima del atropello permanecía ayer en la Unidad de Neurocirugía del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, hasta donde fue trasladada por la gravedad de las lesiones que sufrió en el accidente. Permanece estable, y salvo complicaciones de última hora los servicios médicos que la atienden consideran que en los próximos días debería mostrar síntomas de mejoría. En la misma madrugada fue trasladada de urgencias hasta el Hospital Universitario, pero posteriormente se optó por autorizar su evacuación urgente hasta Cádiz, donde continúa ingresada y en observación constante.