Los atentados contra el personal sanitario aumentan casi un 50% en un año, según datos de Ingesa.
Con motivo del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, el Colegio Oficial de Médicos de Ceuta expuso ayer su incidencia y los datos estadísticos de la sanidad local a partir del Registro de notificación de agresiones de Ingesa en la ciudad, por cuya aportación expresó su agradecimiento. Su presidente, Enrique Roviralta, explicó que, solo en Ceuta, en los últimos cinco años (2011-2015), se recogieron 149 agresiones a personal de Ingesa. A escala nacional, el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) registró más de 2.400 atentados contra los médicos comunicados. “Si no se denuncia, no llega a nada porque la idea es que la víctima la interponga y cubra todos los trámites”, aclaró el portavoz colegial.
Roviralta tachó el total de casos notificados en Ceuta de “escandaloso”. Dentro de su evolución temporal, en 2015 Ingesa contabilizó 42 casos, mientras en que en 2014 fueron 22, es decir, se dio un incremento de 20 casos, lo cual se traduce en un aumento de casi un 50 por ciento en un año. El máximo representante del Colegio reconoció que este ‘pico’ les “ha llamado la atención” y admitió que le preocuparía si en 2016 se mantuviese la tendencia o ascendiese. Este indicador se situó en 37 en 2011; 20 en 2012; y 28 en 2013. A preguntas de los periodistas, el presidente del Colegio estimó que, en lo que va de 2016, se detectaron dos en el Hospital y tres o cuatro en Primaria.
Por tipo de agresión, 95 de los 149 casos detectados en el último lustro fueron verbales (injurias, trato denigrante, amenazas...); 41 fueron tanto físicas como verbales; y 13 fueron exclusivamente físicas. Según los datos de Ingesa, 50 médicos notificaron el atentado; 35 corresponden a Enfermería; 29 administrativos; 16 de otras categorías (técnicos de rayos; fisioterapeutas; pinches...); 13 celadores; y seis fueron auxiliares de clínica.
En cuanto al área de asistencia, el 41,6 por ciento (62 agresiones)ocurrió en Atención Especializada y el 58,4 por ciento (87) recayó en Primaria. Consultado por los medios de comunicación, el doctor señaló que el centro de salud del Tarajal es el más conflictivo. Por el sexo de la víctima, el 82 por ciento fue femenino (122 personas) y el 18 por ciento masculino (27). Respecto a la tipología del agresor, el 72 por ciento fue paciente mientras que el 28 se trató de acompañante. De estos, el 55 por ciento fue hombre y el 45 mujer.
Las causas de los ataques son múltiples: socioeducativas; organizativas que suponen hasta un 52 por ciento (listas de espera, estructuras, demora en las pruebas diagnósticas...); y situaciones desencadenantes tales como una disconformidad con el criterio médico; prescripción de una receta sin satisfacer; angustia por falta de información al desconocer qué ocurre con el familiar que está en quirófano; o denegación de bajas labores. Con ello, aseveró Roviralta, en ningún momento están justificadas estas actitudes violentas.
Otro de los apartados analizados por Roviralta fue el relativo a los procedimientos penales por conductas violentas contra el personal sanitario de 2011 a 2015. “Se han instruído 22 procedimientos penales, de los cuales 13 se han resuelto con sentencia condenatoria; dos están pendientes y siete fueron absolutorias (por la renuncia penal del demandante excepto un caso por fallecimiento).
Del estudio comparativo entre el periodo 2005-2010, en el que se contabilizaron 238; y 2011-2015 con 149, se desprende que, “a nivel local ha habido un descenso”, apuntó Roviralta. Sin embargo, precisó que el primer período de análisis incluye un año más. El doctor consideró que la evolución es similar a la nacional.
Formación en prevención, una clave en el manifiesto de la OMC
Francisco Briz, vocal de Administraciones Públicas del Colegio Oficial de Médicos de Ceuta, leyó el manifiesto de la Organización Médica Colegial (OMC) por este Día Nacional con el título Ante las agresiones al personal sanitario, tolerancia cero. El doctor secundó, en nombre del órgano colegial, las propuestas para solucionar esta lacra social.
Una de ellas hizo alusión a que la administración “establezca programas de formación en las competencias profesionales para afrontar situaciones difíciles”. Roviralta añadió que tanto Ingesa como el Colegio tienen, dentro de sus programas, líneas de actuación en este sentido.
Otro de los aspectos abordados por Briz fue que las administraciones públicas “expresen su claro compromiso para erradicar este problema”. Al respecto, el portavoz colegial destacó que Ingesa fue una de las primeras en elaborar una guía de asistencia al agredido además de contar con un protocolo, por el cual, “se notifica a la Gerencia y ésta le pone a su disposición al técnico letrado que le oferta la posibilidad de denunciar”.
Asimismo, instaron a la aplicación judicial “por igual de todas las comunidades autónomas de la nueva tipificación, que ya aparece recogida en el Código Penal, para que las agresiones sean consideradas como delito de atentado contra la autoridad y no como lesiones, amenazas o incluso faltas”.