El equipamiento de El Jaral acoge actualmente a 738 extranjeros de 27 nacionalidades distintas, la mayoría de Guinea Conakry (366) y Argelia (116).
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta acoge, tras cerrar octubre como el mes con mayor número de llegadas de extranjeros indocumentados a la ciudad autónoma, a un total de 738 foráneos procedentes de 27 países distintos. En el equipamiento de El Jaral, que sigue casi un 50% por encima de su capacidad máxima operativa pese a la agilización de las salidas hacia la península durante las últimas semanas, hay personas de casi la mitad de los 54 países de África.
Según datos de la Delegación del Gobierno, el colectivo de migrantes de origen subsahariano acogido suma un total de 590 personas. Más de la mitad, concretamente 366, son oriundos de Guinea Conakry, un país en el que no hay “ninguna” zona libre de “problemas” de acuerdo con el diagnóstico del Ministerio de Asuntos Exteriores español.
El segundo Estado que tiene a un mayor número de nacionales en la ciudad autónoma tras acceder a ella de forma irregular es Argelia (116), muy por delante de Camerún (77), Costa de Marfil (33), la República Centro africana (21), Burkina Fasso (19), la República del Congo (18) o el Chad (11).
Sin llegar en ningún caso a la decena, en el CETI también conviven ciudadanos de Nigeria, Níger, Mali, Liberia, Guinea Bissau, Gambia, Gabón, Eritrea, Congo, Burundi, Angola, Senegal, Sierra Leona, Sudán y Uganda.
Un total de 18 inmigrantes acogidos en la ciudad autónoma proceden de Mauritania, dos de Sri Lanka, media docena de Túnez y solamente cinco de Siria. Desde el pasado 1 de enero han entrado en Ceuta un total de 1.650 inmigrantes indocumentados (1.161 de origen subsahariano, 392 argelinos y 97 de otras nacionalidades). En diez meses, el número ya casi es equivalente al registrado durante todo el año pasado (1.653) y es sensiblemente superior al de 2013, que se cerró con 1.083 extranjeros recibidos.
El año pasado la ocupación media mensual del CETI de Ceuta fue de 631 personas, según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que alerta de que el aumento del número de personas que solicitaron asilo el año pasado (392) es “engañoso” porque “aunque abundan los casos de personas originarias de zonas en conflicto (Malí, República Democrática del Congo o Somalia), muchas de estas decisiones se producen antes incluso de formalizar la petición de protección internacional al conocer qué les espera”.