La legislatura se ha inaugurado con ‘tembleque’. El Gobierno no da ni una. Los anuncios que se hacen en un Consejo cambian al siguiente. Ya nadie sabe si lo que ahora se nos ‘vende’ como la mejor de las opciones seguirá siendo así hasta mañana. Es tal la ausencia de criterio que asusta. Sí, hoy voy a centrarme en el criterio, para hablar de actitudes hipócritas hay más tiempo, ya con la inauguración de la Residencia
Gerón, mientras a unos metros fallecía un inmigrante, pero el PP decidió seguir con su festejo ya tuve bastante. Centrémonos en el criterio. En lo que hoy es blanco y mañana será negro y por el camino se irá tornando a gris.
¿Se acuerdan del PGOU? Aquel fue el primer sarpullido. Ya he perdido las cuentas de las veces que ha tenido que salir Jacob Hachuel a contarnos una historia distinta. Al final, la decisión última se disfraza de ‘mejor criterio’ o de ‘reflexión’, son las tapaderas propias del no saber qué hacer o del someterse en demasía a las presiones de algunos frentes.
En el tintero tienen casos para todos los gustos. El de la retirada de la Policía Local del albergue de Hadú también tiene su hueco. Ahora no es necesaria, luego sí... hay casos en los que toca pedir informe por si las moscas. Es una manera de vestir de oficialidad y no de canguelo la acción del Gobierno. Eso de ‘lo dicen los informes’ queda mejor que lo de ‘nos hemos echado para atrás porque...’. Loma Colmenar su sorteo, no sorteo, vigilancia privada no vigilancia privada, denuncio ahora y antes no... constituye otro de los episodios vergonzosos y así pueden seguir enumerando hasta ayer. Eso sí, todo muy transparente y todo muy justificado. De esto último estamos bastante escarmentados, diría yo.