Pocos saben que en España tenemos uno de los modelos más avanzado en Seguridad Privada en el mundo. Este Ejército tiene un Arma de Infantería, formada por más de 300 Vigilantes en Ceuta y 85000 en todo el territorio nacional, en estos momentos en el campo de batalla contra la pandemia.
Se están dejando la piel en sus puestos de trabajo, sometidos a riesgos como son hospitales, centro de estancia temporal de inmigrantes, prisiones, puertas de supermercados, etc., sin tener acceso a los equipos de protección, ya que apenas hay y el que existe está centralizado, su entrega y su reparto, por la Administración.
El Estado, sus empresas, las urgencias sanitarias, nos han mandado a una guerra biológica como a todos los servidores públicos pero sin armas.
Pese a todo ello, nadie falta a su puesto de trabajo, muchos enfermaran, otros morirán pero ellos los VIGILANTES DE SEGURIDAD seguirán acudiendo a sus puestos con lealtad.
Aun no he hemos visto aplausos, mención en medios de comunicación, SOMOS INVISIBLES PARA TODOS, pero a la hora de la verdad siempre avisan a la Seguridad privada.
Para todos ellos un abrazo emocionado y los mejores deseos, de que su salud física y mental no resquebraje,
“porque aquí a los que sospecho,
no adorna el vestido al pecho,
que el pecho adorna el vestido”(1).
(1) Pedro Calderón de la Barca