La fundación Acmuma ofrece a sus usuarias en Ceuta talleres de pilates, yoga y natación para fortalecer el cuerpo y liberar la mente durante todo el proceso de la enfermedad. Actividades muy beneficiosas para el estado físico y anímico de mujeres con cáncer de mama, que la Asociación Ceutí de Mujeres Mastectomizadas complementa con el servicio de fisioterapia, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus socias.
“Tenemos varios talleres de deporte muy beneficiosos como el de natación, por ejemplo, donde se mueven mucho los brazos. También acudimos a clases de pilates y de yoga donde, a veces, también hacemos meditación”, explica Isabel Lagares, secretaria de Acmuma y alumna de las terapias deportivas.
Actividades que complementan en la asociación con los masajes que les da su fisioterapeuta. Según Hilda Castro, presidenta de Acmuma, el trabajo del fisioterapeuta es fundamental para las mujeres que padecen cáncer de mama porque cuando son operadas sufren una inflamación del brazo llamada linfedema muy dolorosa y tratarlo y evitarlo es fundamental para su bienestar.
Isabel Lagares, secretaria de Acmuma: "El pilates nos ayuda a fortalecer el brazo, que queda sin musculatura tras la operación"
La natación es una de las actividades con más éxito entre las socias que acuden puntuales, varias veces a la semana, para lanzarse al agua en el Club Natación Caballa.
Paloma López es una de las usuarias de esta disciplina: “Después de la quimio, me dijeron que me tenían que operar de una mastectomía bilateral. Sabía que ese proceso iba a pasarme más factura si no me encontraba bien físicamente. Y, aunque de la quimio sales cansada y sin musculatura, decidí empezar a hacer deporte antes de operarme y en la asociación me ofrecieron la opción de venir a nadar. Para mí ha resultado muy beneficioso, muevo mi brazo perfectamente y además, psicológicamente, me ha ayudado mucho. Vicente, el monitor, te acompaña y dirige de una manera fabulosa. Vengo tres días a la semana y aunque ahora tengo que parar por dos operaciones que tengo pendientes, en cuanto me recupere pienso volver, porque es un ejercicio estupendo en todos los sentidos”, relata.
Y es que está comprobado que la natación es un ejercicio perfecto para pacientes de cáncer, tanto física como mentalmente, ayudándolas a relajarse y a liberar la mente en el agua. “El trabajo en la piscina es muy provechoso para el fortalecimiento muscular y, sobre todo, para mejorar la autoestima. Empiezan a venir por la enfermedad, pero el efecto que les da el agua es tal, que no lo abandonan cuando se recuperan y lo convierten en su deporte rutinario, porque nadar hace que cada nuevo día se afronte con una mejor actitud y con más alegría”, indica Vicente Matoso, monitor del Club de Natación Caballa encargado de dar las clases.
Edith Rivas lleva trabajando con Acmuma desde el año 2000, impartiendo a las pacientes clases de yoga y meditación en el centro Global2. Señala que este ejercicio hace que bajen los niveles de estrés, aprendiendo las alumnas a relajar la mente, a meditar y a respirar mejor. Todo ello, indica, origina grandes efectos sobre el sistema inmunológico. A nivel físico, el yoga hace que las personas con cáncer se sientan más fuertes y ágiles, siendo además un espacio idóneo para sociabilizar y compartir experiencias.
Paloma López, usuaria: "Decidí empezar a nadar antes de operarme y me ha ayudado tanto que no pienso dejarlo"
El pilates es otro de los deportes que practican las socias de Acmuma, que encuentran en estas clases una vía de escape muy beneficiosa para la salud: “El pilates nos ayuda a fortalecer el brazo, que se queda con poco movimiento y musculatura tras la operación. Además, nos sirve para estirar el cuerpo y hace que nos encontremos más flexibles en general. El ejercicio moderado nos viene muy bien a las personas que padecemos o hemos padecido cáncer de mama”, señala Lagares.
Una actividad que les reporta beneficios para la movilidad y la flexibilidad, además de ser un ‘chute’ de energía que las ayuda a motivarse y a ver las cosas de forma más positiva: “Es muy saludable para ellas, porque les ayuda a mejorar la circulación de la sangre, a aumentar la movilidad, a no quedarse anquilosadas y, también, a ganar en salud mental, porque segregan endorfinas y se ven muy motivadas y con más positividad. La evolución que se aprecia es increíble, algunas llegan que no pueden ni levantarse solas y, al poco tiempo, las ves con posturas complicadas. Esa movilidad es muy buena para ellas, porque evita el sedentarismo que puede provocar la tristeza de tener una enfermedad como el cáncer”, expresa Verónica Pareja, monitora de Pilates en Vero Sport encargada de dirigir a las mujeres de la asociación ceutí.
Unas clases gratificantes en donde, además de mover el cuerpo, las participantes crean vínculos y amistades que traspasan las terapias y que ayudan a tomar impulso en su lucha diaria contra el cáncer de mama.