150 kilos de basura y 362 cápsulas del llamado gas de la risa. Todo esto ha sido retirado de nuestros montes por los chicos del centro de La Esperanza en Ceuta, en el marco de una actividad llevada a cabo en el entorno de la Fortaleza del Hacho y la parte de las antenas.
‘Armados’ con sus guantes y trajes protectores blancos además de grandes bolsas negras se echaron al monte para ir retirando lo que los incívicos quisieron dejar en su ruta. La cantidad de restos con los que se toparon asombra a cualquiera. Botellas de plástico, latas, restos de comida, bolsas de todo tipo...
Un auténtico atentado medioambiental y un peligro para la seguridad al constituir el ‘alimento’ preferido para el fuego.
Para retirarlo del camino estaban los chicos de La Esperanza que dedicaron la jornada de este jueves a recorrer las distintas zonas para dejarlas como siempre debieron. Llama la atención las bolsas y bolsas llenas de las botellitas del gas cuyo consumo se ha extendido entre la juventud que no tiene reparo en el daño para la salud que esto provoca.
Dentro de las actividades que lleva a cabo la dirección del albergue de Hadú, en el que se da acogida a menores marroquíes que cruzaron en su día el paso del Tarajal, se incluyó esta de cuyos resultados nos beneficiamos todos.
Montes como pocilgas
Los montes se convierten en una auténtica pocilga para quienes no ven más allá del necesario respeto a la naturaleza. Y estos jóvenes se implicaron con la guía y orientación de los educadores del centro en recuperar esa dignidad perdida.
El riesgo de incendio y la insalubridad no parecen ser suficientes para aquellos que, sin miramiento alguno, siguen depositando todo tipo de basura en los montes hasta convertirlos en un particular vertedero.
Este jueves los integrantes de la gran familia de ‘La Esperanza’ dieron un buen ejemplo a los ceutíes del respeto y la consecución de resultados gracias a la coordinación entre todos. Trabajo de equipo en beneficio de Ceuta, trabajo de equipo que simboliza el respeto que merecen unos chicos que todavía hoy tienen que seguir luchando contra quienes les etiquetan.
Gracias chicos
Mi más sincera enhorabuena a los chavales del centro y sus educadores. Este tipo de actuaciones se deberían poner en marcha también en los centros educativos de primaria y secundaria, y sensibilizar e implicar a toda la población en general.
Esta es la basura que dejan por nuestra ciudad nuestros jóvenes ceuties y menos jóvenes, y curioso dato con respecto al gas de la "risa", que es sin duda, un dato muy preocupante para la salud de nuestros jóvenes.
Por otro lado, es de agradecer la labor educativa (educación no formal) que realiza el C.R.T. "La Esperanza", en un esfuerzo diario para que la mayoría de estos chicos puedan integrarse y formar parte de la sociedad ceutí, que más que nunca, precisa de una juventud con valores y principios, comprometida con su entorno social, cultural,...más allá del nivel académico, procedencia familiar o social del joven.
Enhorabuena chicos, y a todo el personal educativo del Centro.
Estoy totalmente de acuerdo