Los resultados de las Elecciones Europeas en Francia han significado un amplio descontento hacia el gobierno actual, afectando a las Elecciones legislativas.
Según France 24, el triunfo del centroderechista Partido Popular Europeo representó un duro revés para el Gobierno de Emmanuel Macron, quien convocó elecciones legislativas adelantadas luego de que Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, arrasara en los iniciales comicios.
¿Se trató de una variante de auto golpe de Estado?, difícil de adivinar, salvo para mentes políticas francesas.
Finalmente, en la segunda vuelta, los partidos de izquierda integrados en el Nuevo Frente Popular, liderado por Melenchón, lograron desintegrar la anterior fuerza parlamentaria en las elecciones de este domingo en Francia, y alzarse con la victoria, (181 diputados), pero lejos del umbral requerido de 289 escaños para la mayoría absoluta.
Ensemble, el partido centrista de Macron ha sido la segunda fuerza con 166, y en tercera posición la extrema derecha de Reagrupación Nacional con 143.
Ante estas situaciones de interacción dinámica la legislación francesa tiene previsto en su sistema ante situaciones de este tipo de interacción dinámica entre elecciones legislativas y un fondo semi presidencialista, una respuesta, la cual da lugar a una “cohabitación política”, término por el que se conoce a la convivencia de poderes de distinto signo político. creando un entorno donde la gobernabilidad y las políticas son constantemente negociadas y ajustadas.
Es decir, dicha “cohabitación”, significaría negociación y consenso, obligando a los líderes políticos a colaborar y moderar sus políticas, reflejando una forma de gobierno compartido.
Francia se ha visto obligada a adoptar este tipo de convivencia de distintos poderes políticos en tres ocasiones: 1986-1988, (Françoise Miterrand/Jacques Chirac) 1993-1995, (Miterrand/Balladour) y 1997/2002 (Chirac/Lionel Jospin).
Ocurre, cuando el presidente y el primer ministro provienen de diferentes partidos políticos, Francia pone en práctica su experiencia mediante una demostración de madurez y flexibilidad del sistema político francés.
En caso de cohabitación el Primer ministro asume todas las prerrogativas del ejecutivo.
Por otro lado, en lo esencial del poder del Presidente, tiene muy limitadas sus funciones, conserva un papel activo solamente en política exterior y defensa
Es esa situación la que el presidente Macron pretenderá evitar a costa a través de todo tipo de negociaciones, sobre todo las tendentes a la Configuración del Gobierno, con demasiados partidos políticos en danza.
A pesar de las experiencias francesas en este tipo de situaciones al autor le asaltan dudas basadas en el caso español de “Gobiernos Frankenstein” y consecuencias traumáticas posteriores, cuando la política con tal de gobernar, “decide ir contra natura”.
Es cierto de que se trata de un supuesto distinto al español, pero con la misma raíz: la probable falta de gobernanza.
Pero, en fin, existen otras novedades en la U.E. a las que deberemos permanecer atentos en las próximas semanas, ante posible recomposición de Bloques del Parlamento, aunque no estimamos afecte a su gobernanza.
Bajan los Liberales, 20 asientos; Los Verdes, 18, y sube la derecha 70 escaños.
La formación de Le Pen, 60, y la AFD alemana, 16, en detrimento de la clásica SPD.
En resumen, adscripciones de conveniencia política aparentemente favorable al sector “magyar” de Urbán, y menor para la italiana Meloni.