De la reunión celebrada ayer entre Delegación del Gobierno, Ciudad, Autoridad Portuaria y empresarios del puerto, a solicitud de estos últimos, ha resultado una serie de medidas en las que destaca el aumento de agentes en las zonas conflictivas del recinto portuario. Parece que han tenido que sucederse varias batallas campales para que finalmente se haga caso a lo que tanto empresarios y trabajadores del puerto llevan exigiendo meses, pues son los que lidian de manera directa con esta situación de inseguridad.
Además se dará comienzo a la tan anunciada obra de blindaje del puerto, así como la asignación de una patrulla fija de la Guardia Civil en la zona restringida donde se han producido los últimos altercados.
Las autoridades competentes han reconocido que la solución del problema en el puerto no es fácil, sin embargo, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, los empresarios han tenido que amenazar con posibles movilizaciones para que finalmente se atienda a una de las mayores demandas que llevan meses exigiendo: más vigilancia en el puerto. Y esa vigilancia se ejerce con más efectivos, que ahora sí parece que estarán disponibles para la vigilancia.
Han catalogado como satisfactoria esta reunión, ahora sólo hace falta que estas medidas, en primer lugar, se cumplan y, en segundo, que surtan el efecto deseado, logrando de una vez por todas la ansiada seguridad que se pretende conseguir en el recinto.