Las dos administraciones siguen empeñadas en su lucha contra el fraude fiscal. Y por los primeros datos que han facilitado tanto la Delegación del Gobierno como la Ciudad Autónoma parece que los resultados están llegando.
Se mantiene que en el paso del Tarajal II denotan una mayor afluencia de mercancías de alimentación, las tradicionales que siempre han comprado los porteadores y un descenso de lo que ha venido en denominarse comercio tóxico.
Y el segundo de los razonamientos es que desde que comenzó el año, por parte de Servicios Tributarios se ha logrado multiplicar por tres las bases imponibles. Es decir, que se ha logrado que exista un menor fraude con unas liquidaciones realizadas por Servicios Tributarios que han incrementado el precio de las mercancías que llegaban y cuyas facturas se consideraban infravaloradas.
El mismo delegado del Gobierno y la consejera de Hacienda han indicado que seguirán adelante con todas las consecuencias y que no pararán, porque de esta manera se está beneficiando a los comerciantes ceutíes y perjudicando a quienes se aprovechan para declarar menos.
No queda más remedio que seguir trabajando en este camino porque es el único que permite complicarle la vida a quienes buscan introducir mercancías en Ceuta que no producen ningún tipo de beneficio salvo complicar la vida.